Banana, 1
Jugo de limón, 1 cucharada
Clara, 1
Crema de leche, 100 gramos
Azúcar, 3 cucharadas
Coloquen en el vaso de la procesadora o licuadora rodos los ingredientes: la banana pelada y cortada en rodajas, le azúcar, el jugo de limón... ¡y la clara! ¿Qué pasa? ¿No saben cómo separar una clara de la yema? Presten atención a este secreto de chef:
Partan un huevo en una sarténcita o en un plato. Luego tomen un vaso e inviértanlo sobre la yema, encerrándola (pero sin tocarla, para que no se rompa). Entonces, mantengan firme el vaso e inclinen la sarténcita sobre un bol, para que caiga la clara (y la yema quede aprisionada por el vaso). ¿Vieron cómo un señor llamado Lope de Vega tenía razón?: “El ingenio habita siempre cerca de la necesidad...” ¿Otra forma más fácil todavía? ¡Que te ayude tu tía, la que sabe!...
Apenas pongan todos los ingredientes en el vaso licuador, llamen cariñosamente a mamá para que licue o procese todos los ingredientes y luego desenchufe el aparato.
Vuelquen el licuado en un bol (¿vieron que todo quedó convertido en una crema lisita?), y mézclenle la crema de leche. (¡Ni se les ocurra probarla, porque van a querer comérsela toda!)
Distribuyan la mezcla en 3 vasitos y colóquenlos en el freezer, a frío máximo, hasta que se convierta en helado. ¿Imaginan qué ricos? ¡Seguro que la próxima vez duplicarán o triplicarán las cantidades! (Para algo sirven las matemáticas).
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