1) Lave 2 kilos de mandarinas y rálleles
solamente la parte amarillita. Resérvela. (la parte blanca es amarguísima).
2) Pele las mandarinas y sepárelas en gajos.
Haga a cada gajo un tajito y extráigales las semillas.
3) Mida los gajitos por tazas y colóquelos en un
bol, con todo el jugo que suelten, junto con la ralladura reservada e igual
volumen de azúcar. Por ejemplo: para 6 tazas de gajitos, 6 tazas de azúcar.
4) Deje las cosas así hasta el día siguiente.
5) Mezcle el contenido del bol con una cuchara
de madera y vierta todo en una cacerola.
6) Cocine a fuego fuerte, aplastando con la cuchara
de madera los gajos para que se deshagan.
7) Cuando la mermelada comience a espesar,
agréguele el jugo de 2 limones diluidos en 1 taza de agua (que no se filtre
ninguna semilla pues le dará sabor amargo).
8) Deje hervir, despacito, revolviendo ocasionalmente
hasta que la mermelada tome punto.
Versión 2:
Hace tiempo inventé esta receta y, como
felizmente los recortes de diario suelen perderse, he aquí que ahora recibo
numerosos pedidos de “bis”.
1) Lave 2 kilos de
mandarinas y rálleles la parte amarillita de la cáscara solamente (el hollejo
blanco es amargo).
2) Pélelas,
sepárelas en gajos, hágales a cada uno un tajito y quíteles las semillas.
3) Mida los
gajitos por taza y colóquelos en un bol (con todo el jugo que suelten) junto
con la ralladura e igual volumen de azúcar.
4) Deje así hasta
el día siguiente.
5) Mezcle con una
cuchara de madera y vierta el contenido del bol en una cacerola.
6) Revuelva con
cuchara de madera sobre fuego fuerte, tratando, al hacerlo, de deshacer los
gajitos de mandarina.
7) Cuando la
mermelada comience a espesar, agréguele el jugo de 1 limón diluido en 1 taza de
agua (¼ litro).
8) Siga hirviendo
y revolviendo ocasionalmente, hasta que la mermelada tome punto.
9) Envase en
caliente, pero tape los frascos después que la mermelada se enfríe.
Versión 3:
1) Lave 2 kilos de
mandarinas y rálleles solamente la parte amarillita. Resérvela. (la parte
blanca es amarguísima…).
2) Pele las
mandarinas y sepárelas en gajos. Haga a cada gajo un tajito y extráigales las
semillas.
3) Mida los
gajitos por tazas y colóquelos en un bol, con todo el jugo que sueltan, junto
con la ralladura reservada e igual volumen de azúcar. Por ejemplo: para 6 tazas
de gajitos, 6 tazas de azúcar.
4) Deje las cosas
así hasta el día siguiente.
5) Mezcle el
contenido del bol con cuchara de madera y vierta todo en una cacerola.
6) Cocine a fuego
fuerte, aplastando con la cuchara de madera los gajitos para que se deshagan.
7) Cuando la
mermelada comience a espesar, agréguele el jugo de dos limones diluido en 1
taza de agua (¡que no se filtre ninguna semilla, pues le daría sabor amargo!).
8) Deje hervir
despacito, revolviendo ocasionalmente, hasta que la mermelada tome punto.
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