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La masa: Ponga 4 tazas de
harina sobre la mesa, en forma de anillo. En el centro coloque 1 cucharadita de
sal, otra de pimentón y 200 gramos de margarina (o manteca) en trozos.
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Mezcle
mientras agrega 1 taza de agua tibia. Amase con bronca hasta lograr un bollo
firme, liso y elástico. Tápelo con un repasador y déjelo descansar 1 hora.
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El relleno: En una cacerola con 4
cucharadas de aceite caliente, rehogue 1 morrón rojo y 1 verde, picados, y ½ kilo
de una mezcla de cebolla y cebollita de verdeo, también picadas. Sume 1 tomate
picado y deje cocinar hasta que los morrones estén tiernos. Agregue 200 gramos
de margarina y ½ kilo de carne picada (nalga es ideal). Mezcle hasta que la
margarina se derrita y la carne cambie de color (color de carne cocida, ¡bah!).
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Agregue
3 cubitos de caldo de verdura desmenuzados y mezcle bien. Súmele 2 hojas de
laurel, 1 cucharada de ají molido, 1 cucharadita de pimentón y 50 gramos de
pasas de uva sin semilla. Incorpore 1 taza de agua y deje hervir despacito,
destapado, revolviendo ocasionalmente hasta que el líquido se note espeso (el
picadillo no debe secarse). Mézclele 1 cucharada de orégano, pruebe y
rectifique el sazonamiento a gusto.
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Vierta
el picadillo en una fuente honda y estaciónelo en la heladera hasta el día siguiente
(o hasta que esté bien frio). Luego, mézclelo bien para que la grasa
solidificada se distribuya en forma pareja.
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Armado: Estire la masa por
partes, dejándola de 3 mm de espesor y recórtela en discos. Distribuya en cada
uno un poco de huevo duro picado, una aceituna y una porción del picadillo.
Moje los bordes con agua, cierre las empanadas y presione bien los bordes.
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Ubíquelas
en placas enmantecadas y enharinadas y lleve a la heladera hasta hornearlas. Cocínelas
en horno caliente o fríalas en grasa o vegetalina medianamente calientes. En este
caso, haga la masa más finita.