Como sucede con las personas, esta crucífera comestible (¡como sé!) a fuerza de ser cultivada… ¡logró florecer! y ser diferente entre una familia que, realmente, apestaba… ¿Sabe lo que hago yo para hervirla y que nadie se entere? Mi amiga Norma Lamotea me lo enseñó: la hiervo con unos tallos de apio, la tapo… ¡y listo!
- Gratin de verduras
- Hierva, al vapor y por separado: ¼ kilo de zanahorias tiernas cortadas en rodajas, 250 gramos de papas peladas y en rodajas y una coliflor grande, separada en gajitos.
- Derrita 100 gramos de manteca (o margarina) y ponga en ella 1 cebolla grande picadísima y 250 gramos de champiñones frescos cortados en tajaditas. Tape y deje hervir despacito hasta que los champiñones estén color cremita. Escúrralos.
- Agregue en la sartén 2 cucharadas de harina y mezcle.
- Incorpore de golpe ½ litro de leche fría y bata con batidor hasta que todo hierva y espese. Siga agregando leche de a chorritos, hasta obtener una salsa liviana. Condimente a gusto.
- Distribuya las papas en una fuente bien enmantecada y espolvoreada con queso rallado. Sobre ellas coloque las zanahorias, los gajitos de coliflor y los champiñones.
- Rocíe todas las verduras con la salsa preparada anteriormente, cubra con queso rallado y gratine en horno bien caliente. Sirva desde la misma fuente, sobre tostadas frotadas con ajo.