Emulando al gran Ameghino, en cuanto regresé a casa traté de reconstruir la fórmula de estos grisines, especie de huesos planos con gusto a picardía. Preparé la masa de pizza de siempre (unida con leche), la estiré fino, corté en tiras largas, unté con aceite, y les incrusté distintos sabores: pimienta, orégano, cebollita picada… Lo demás lo hizo el horno, caliente primero y suave después, hasta secarlos y lograr que, al morderlos, hicieran… ¡CRUNCHCHCHCHCH!
viernes, 27 de mayo de 2011
Los "grisines" de Monte Hermoso
Emulando al gran Ameghino, en cuanto regresé a casa traté de reconstruir la fórmula de estos grisines, especie de huesos planos con gusto a picardía. Preparé la masa de pizza de siempre (unida con leche), la estiré fino, corté en tiras largas, unté con aceite, y les incrusté distintos sabores: pimienta, orégano, cebollita picada… Lo demás lo hizo el horno, caliente primero y suave después, hasta secarlos y lograr que, al morderlos, hicieran… ¡CRUNCHCHCHCHCH!
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