Tenía solamente dos manzanas y 6
comensales informales alrededor de la mesa. Entonces me acordé de la receta que
me había dado mi amiga jardinera Carmen Wessel y… ¡el postre alcanzó para
todos!
1) Pele las dos manzanas que encuentre en la casa, quíteles las semillas
y córtelas en gajos.
2) Derrita 50 gramos de manteca en una sartén, agregue las manzanas y espolvoréelas
con azúcar molida.
3)
Rehóguelas aplastándolas un poco con el tenedor (como hacen en España con la
tortilla de papas) hasta que las manzanas estén traslucidas.
4)
Retire, vierta en un bol y mezcle con dos huevos batidos.
5)
Derrita en una sartén limpia 50 gramos de manteca y, cuando esté bien caliente,
vierta el contenido del bol y haga la tortilla.
6)
De vuelta la tortilla para cocinarla del otro lado y cuando la vuelva a dar
vuelta, espolvoree la sartén con 2 cucharadas de azúcar molida así queda
acaramelada. (Mueva constantemente la sartén sobre el fuego para que no se
queme).
7) Con cuidado de no quemarse, inviértala sobre una tapa enmantecada y
deslícela sobre una fuente igualmente enmantecada. Si quiere – o puede – sirva
cada porción con un buen copete de Chantilly.
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