1) Elija dos
berenjenas grandes (quien dice dos, dice tres…), lávelas, quíteles el cabito y
así, sin pelar, córtelas en rodajas de ½ cm de espesor.
2)
Sazónelas
con sal y pimienta.
3)
Reboce
las rodajas por harina, de ambos lados.
4)
Fríalas
por tandas en aceite bien caliente, dándolas vuelta una vez para dorar de ambos
lados.
5)
Escúrralas
sobre papel absorbente.
6)
Distribuya
las rodajas de berenjena en una asadera, sin encimar.
7)
Cúbrales
el centro con salsa pomarola adicionada con ajo y reducida sobre el fuego hasta
que esté bien espesa.
8)
Tape
cada pizzetita con 3 tajaditas de aceituna verde.
9)
Colóqueles
en el centro un trocito de queso fresco y gratine en el horno hasta que el
queso se funda.
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