miércoles, 6 de abril de 2011

Omelette de puerros



¿Por qué condenarlo siempre a “verdurita para caldo”? Hoy le propongo hacer con puerros una excelente entrada rápida, fácil y digna de hacernos borrar la nostalgia por los espárragos. ¿Sabe que se parecen mucho a ellos, si los cocina por hervido, sin las hojas verdes?

1)      Compre puerros tiernos (condición esencial) pero no raquíticos…, quíteles la barba, las hojas externas duras y las colas verdes (¡ufa!).
2)      Corte los tallos (¿se llamaran así?) de un mismo largo, como si estuviera fabricando espárragos.
3)      Acomódelos en una sartén “codo con codo”, cúbralos con agua con sal y hágalos hervir hasta que estén cocidos, pero no deshechos.
4)      Escúrralos sobre repasadores para que escurran bien el agua.
5)      Prepare 6 omelettes como si fueran tortillitas planas.
6)      Coloque sobre cada una, una tajada de queso mantecoso y dos o tres puerros (no importa que asomen la cabeza por los extremos).
7)      Enrolle como si fueran panqueques.
8)      Coloque los arrolladitos en una fuentecita enmantecada, cúbralos con salsa pomarola bien condimentada (cómprela, ¡bah!), espolvoree con queso rallado, salpique con trocitos de manteca y gratine en horno bien caliente.


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