jueves, 31 de diciembre de 2015

Ensaladas de gala



Un toque de color en la mesa navideña

Esta semana la he dedicado a ofrecerle algunas sugerencias que usted podrá modificar a su gusto. ¿Me permite un consejo? Todas las veces que las mezclas lo admitan, una vez colocadas en la ensaladera o bol, alise su superficie, cúbralas con una capa finita de mayonesa o queso crema sazonado o el revoque que se le ocurra, ¡y decórelas con esmero, como si se tratara de tortas!


Ensalada de paltas, pollo y nueces


INGREDIENTES

Pechugas de pollo, hervidas con verduritas, 3
Nueces “mariposa”, 100 gramos
Paltas, 2
Jugo de limón
Aceitunas negras, enteras pero descarozadas, 200 gramos
Blanco de apio, cortado en tiritas, 1 taza
Lechuga, cortada en juliana, 2 tazas
Aceite, vinagre, sal y pimienta, a gusto

ADEREZO

Crema de leche, 200 gramos
Curry, 1 cucharadita al ras
Manzana rallada, 1
Kétchup, 4 cucharadas
Mayonesa, 2 cucharadas
Sal y pimienta, a gusto

PREPARACIÓN

1. Quítele a las pechugas los restos de grasita o tejido fibroso que tuvieran y córtelas en trozos identificables.
2. Póngalas en un bol junto con las aceitunas y el blanco de apio.
3. Sazónelas con sal, pimienta, aceite y vinagre. Mezcle bien y deje reposar en la heladera.
4. Pele las paltas, pártalas por la mitad a lo largo, sáqueles el carozo, frótelas con limón y corte en tajadas.
5. Cubra con las paltas la ensalada de pollo.
6. Salpique con las nueces.
7. Alrededor coloque la juliana de lechuga.
8. Lleve a la mesa así y recién mezcle en el momento de servir. Ofrezca aderezo.

ADEREZO

1. Ponga en la licuadora todos los ingredientes menos la sal y la pimienta.
2. Bata hasta que espese, pero no demasiado (que quede como una mayonesa).

3. Vuelque en un bol y sazone a gusto.




miércoles, 30 de diciembre de 2015

Sherbet de limón al champán


Primavera a la vista. Para empezar a despedir el invierno, un refrescante sherbet, un helado con champán.

Como no soy adivina, no sé si, cuando llegue esta nota a sus manos, septiembre habrá comenzado a darnos un anticipo del tibio calorcito primaveral. De todos modos, podemos brindar con un refrescante sorbete (¡qué antigüedad!), o mejor dicho, un sherbet, porque pronto comenzará la primavera. ¿Qué significa la palabra sherbet? Esta especie de “nieve azucarada” tiene su origen en Persia, hoy Irán, donde se la conoce con el nombre de sharbat. Los sherbets son, simplemente, helados de agua triturados. El más popular es el sherbet de limón, preparado con helado al agua de limón y champán. Hace ya varios años, en los restaurantes paquetes, se impuso la moda, después del primer plato, de ofrecer un sherbet liliputiense para degustar mejor el plato siguiente. Pero las modas sorprenden, pasan… y regresan. Hoy son estrella los smoothies (del inglés smooth, que quiere decir suave). Son parientes de los sherbets, pero resultan mucho más cremosos y aunque generalmente se mezclan con hielo o helado tienen como base un líquido (agua, leche, jugo de frutas, yogur). Pueden servirse combinando capas de distintos colores, decorándolos con frutas, ubicándolos en frascos, bols, en fin, dándole rienda suelta a la creatividad. Además de ser tendencia, resultan bebidas muy saludables ya que la mayoría contiene frutas frescas, jugos naturales, miel, semillas y otros ingredientes que aportan vitaminas. Claro que, aunque un smoothie resulte tentador, esta vez le ofrezco preparar un sherbet de limón al viejo estilo, para celebrar que pronto se irá el invierno.

Sherbet de limón

1. Caliente 2 tazas de agua con 3/4 de taza de azúcar y 1 cucharadita de ralladura de limón.
2. Hierva 10 minutos y retire del fuego. Agregue a este almíbar 2 cucharaditas de gelatina sin sabor previamente hidratada.
3. Cuele y deje enfriar. Incorpore 1/3 de taza de jugo de limón colado.
4. Lleve al freezer. Cuando haya endurecido primero, rómpalo en trozos y luego procéselo.
5. Llene 2/3 de copa de champán con este granizado y complete con champán bien frapé. ¡Hic!



jueves, 24 de diciembre de 2015

A pedido del público: “Vitel Thonne”





Posiblemente haya tantas fórmulas para preparar vitel thonné (ternera atunada) como cocineros en el mundo. Y cada una proclama su propia autenticidad. Por lo tanto, ¿por qué vamos a recurrir siempre a la misma receta? “Juventud sin espíritu de rebeldía, es servidumbre precoz”. (JOSÉ INGENIEROS).  Cocine un peceto a la cacerola dorándolo primero en 100 gramos de manteca y cocinándolo luego con 1 hojita de laurel, sal, pimienta en grano y 1 cebolla y chorritos de caldo, hasta que esté bien tierno. Entonces escúrralo, déjelo enfriar y córtelo en rodajas finitas, y muy miserables… Ahora destape la licuadora, y piense filosóficamente al estilo de Goethe: “Hay que aprender a hacer las cosas más pequeñas de la manera más grande”. Y, sin abandonar la chaise-longue, meta en la licuadora 8 filetes de anchoas, 4 yemas de huevo duro, 1 lata grande de atún, 2 pocillos de vinagre (tamaño café) y dos de aceite. Y deje que todo se licúe hasta transformarse en una crema deliciosa (si quedara más espesa, alíviela con partes iguales de vinagre y aceite, en la proporción necesaria).

            Paso final: ponga en una fuente honda camadas de rodajas de carne alternadas con capas de la salsa preparada, hasta terminar con una capa de salsa. Tape el recipiente (para que no se seque y oscurezca), meta la fuente en la heladera y, en el momento de servir, adapte el toque final a su verdadero status: salpique la superficie con las claras duras sobrantes, picaditas; u olvídese de la economía (“Aunque estoy decidido/a a olvidarte del todo, no te olvido”. CAMPOAMOR); y arroje sobre la salsa un punado de alcaparras. De cualquier modo, no quedará ni una sola rodaja en la fuente. ¿Con cuál se queda? “Es libre el que vive según su elección”. (EPICTETO).


martes, 22 de diciembre de 2015

Arrollado de cacao




Esta es una solución fácil y especial para darle colorido y sabor a una mesa festiva. Más sencilla aún si no me lleva el apunte con la preparación y simplemente lo rellena con dulce de leche y lo baña con chocolate cobertura blanco. Decorado con hilos de chocolate, una delicia.


  LO QUE LLEVA



  • harina 6 CUCHARADAS
  • cacao amargo 6 CUCHARADAS
  • polvo para hornear MEDIA CUCHARADITA
  • sal UN POQUITITO ASI
  • yemas 4
  • azúcar TRES CUARTOS DE TAZA
  • esencia de vainilla UNA CUCHARADITA
  • claras batidas a nieve 4

    Varios

  • dulce de leche 4 CUCHARADAS 
  • gelatina en polvo sin sabor, remojada y disuelta a bañomaría UNA CUCHARADITA
  • crema de leche, batida espesa 250 GRAMOS
  • cerezas glasé (o frutillas, o nueces, o lo que más le guste) MEDIA TAZA
  • chocolate cobertura oscuro, para decorar 50 GRAMOS
  • azúcar 2 CUCHARADAS


  •  PASO 1 (2 MINUTOS)

    Tamice en un bol las 6 cucharadas de harina. Vuelva a tamizarla 2 veces más. Agréguele las 6 cucharadas de cacao, la media cucharadita de polvo para hornear y la pizca de sal... ¡y vuelva a tamizar todo junto dos veces más! Esto lo hacemos por dos razones: mezclar bien los ingredientes y airear la preparación (entre los cocineros nos entendemos...). Reserve, mientras pasamos al siguiente paso. 


     PASO 2 (7 MINUTOS)

    Bata las yemas junto con los tres cuartos de taza de azúcar y la vainilla, hasta obtener una crema bien esponjosa. Aparte, bata en la batidora las 4 claras hasta que alcancen el punto de nieve firme. Compruebe el punto de las claras invirtiendo el bol: si no se caen ¡están a punto! Por si acaso, use otro método: córtelas con un cuchillo (a las claras, se entiende). Si el cuchillo sale sin adherencias: ¡listo! 


    PASO 3 (14 MINUTOS)

    Forre una placa para horno con papel manteca bien enmantecado. ¡No lo enharine! Reserve. Una las claras a nieve al batido de yemas, y agregue los ingredientes tamizados mezclando con movimientos envolventes. Vierta la crema obtenida sobre la placa y extiéndala suavemente con un espesor parejo. Cocine en horno caliente entre 5 y 7 minutos (si la masa se seca mucho, al enrollarla podría quebrarse).
     

    PASO 4 (21 MINUTOS)

    Para el relleno: Mezcle el dulce de leche con la mitad de la crema batida a medio punto. Unale la gelatina remojada en agua fría y disuelta a bañomaría. Lleve al frío hasta que tome consistencia. Bata el resto de crema con 2 cucharadas de azúcar, a punto chantillí. Reserve. Retire la masa del horno, inviértala sobre repasador húmedo y despéguele el papel. Cúbralo con papel nuevo, enrollelo y deje enfriar. 


    PASO 5 (60 MINUTOS)

    Ralle a cuchillo el chocolate cobertura y póngalo a derretir sobre un bañomaría suave. Reserve. Desenrolle la placa de arrollado cuidadosamente y retírele el papel. Untele la superficie con la imitación de mousse de dulce de leche. Distribuya sobre el relleno las cerezas cortadas por la mitad. Enrolle y estacione en la heladera. Decórelo con la crema chantillí y con hilos de chocolate puesto en manga de boquilla finita.

     

    viernes, 18 de diciembre de 2015

    Pollo a la suiza


    (Receta robada a Carlos en un momento de debilidad intelectual)

    1. Deshuese un pollo grande como sólo su carnicero sabe hacerlo (se llame Pedro, Luis o Roberto. Otros, no). Lávelo y séquelo.
    2. Cósale la abertura del cogote.
    3. Prepare un relleno de pan con la miga de un pan lácteo chico (sin corteza) remojado en leche (o agua) y exprimida y picada, 100 gramos de queso rallado, una cebolla picadita y rehogada en manteca, 1 cucharada de perejil, 1 huevo, sal, pimienta y nuez moscada.
    4. Rellene el pollo de esta manera (desde la espalda hacia la pechuga): una capa de tajadas de jamón cocido (más o menos gruesita según la altura del mes en que haga esta receta); una capa de queso “de maquina” cortado en tajadas, el relleno de pan, otra capa de queso de máquina y otra capa de jamón cocido.
    5. Cosa la abertura de abajo y ate las alas y las patas para que al cocinarse, el pollo no parezca que está bailando rock.
    6. Acueste el pollo así relleno sobre un lecho de rodajas de papas crudas (finitas) dispuestas en una asadera aceitada. Agregue ½ taza de caldo.
    7. Pinche despiadadamente al pollo con una aguja gruesa (¡Ayyy!). (Es preferible desgrasarse lentamente que reventar).
    8. Áselo en horno caliente SIN DARLO VUELTA, salseándolo a menudo con su propio jugo, hasta que esté doradito y crocante.
    9. Sírvalo frío, cortado en tajadas y rearmado, sujeto con brochettes. Si quiere servirlo caliente córtelo en frío, reármelo y caliéntelo en horno suave. Acuérdese de quitarle las costuritas para que nadie se atragante.


    lunes, 14 de diciembre de 2015

    Galletitas de miel



    Blanca Cotta propone usar la miel para hacer delicias aptas para todo público. Dedicadas a sus lectores, sus queridos  “amigos invisibles”.

    Hoy quiero polemizar con Paul Valéry, el autor de la frase Ser uno mismo, pero… ¿y vale la pena? Yo le aseguro que sí. Después de soñar varios destinos, cuando la realidad me ubicó en la cocina, lo primero que me propuse fue tender, a través de ella, un diálogo sincero con usted y mostrarme tal como soy. Viajar desde mi pequeño mundo hasta el suyo. Desde mi humor, mis delirios, mi experiencia, mis dibujitos, desde la vida. Y dialogamos a la distancia y fuimos tejiendo una mágica amistad que aflora como un río subterráneo emocionándome hasta las lágrimas cada vez que me cruzo con alguno de mis amigos/as invisibles y nos abrazamos en “vivo y en directo”.
    Con mis lectores, dialogamos a la distancia y tejemos una mágica amistad.

    Pienso que mis lectores y yo nos identificamos por el gusto por la cocina y también a través de las frases y reflexiones que acostumbro deslizar entre mis recetas. Gracias por estar siempre presentes y quererme como soy. Ahora les propongo que empecemos octubre con una frase más afortunada que la de Valéry. Es de Baudelaire: Hay mañanas en las que uno abre la ventana y tiene la impresión de que el día lo estaba esperando. ¿Le cuento ahora las últimas galletitas de miel que inventé para ir ensayando las famosas galletitas navideñas? Anote.

    Galletitas de miel

    1. La preparación
    Bata 50 gramos de manteca con 1/2 taza de azúcar negra. Agregue 1/2 taza de miel. Tamice 1 y 1/2 tazas de harina con 1 cdita. de bicarbonato de sodio, 1/2 cdita. de canela, 1/4 de cdita. de jengibre molido y otra especia a su gusto, más 1 cdita. de sal.

    2. La mezcla
    Agregue lo tamizado al batido de manteca y súmele apenitas de agua hasta formar una masa tierna.

    3. La cocción
    Estire, recorte las galletitas con la forma que desee y hornéelas sobre placas enmantecadas. Una vez cocidas, póngalas sobre algo plano para que no se arqueen.



    sábado, 12 de diciembre de 2015

    Rollito de salmón y queso




    Ingredientes

    125g de queso crema
    2 cdtas. de cebolla rallada
    1 cdta. de rábano picante rallado
    1 lata de 100g de salmón rosado
    Sal y pimienta
    150g de avellanas o almendras


    Preparación

    Mezcle el queso con la cebolla, el rábano picante (o el sustituto que quiera) y el salmón escurrido y desmenuzado. Sazone a gusto con sal y pimienta. Ingénieselas para darle a la pasta forma de rollo. Hágalo rodar por las almendras o avellanas tostadas y molidas. Póngalo en la heladera hasta que esté bien firme. Sírvalo en una tablita, con un cuchillito filoso para cortarlo en rueditas y que cada uno se sirva solo… ¡cracker en mano!





    viernes, 11 de diciembre de 2015

    Pan dulce fácil






    ¿Le gustaría este año hacer en casa un pan dulce fácil y que la miga salga tan rica como si lo hubiera hecho un maestro pastelero? Yo me limito a darle la fórmula. Disuelva 35 gramos de levadura de cerveza en ½ taza de leche tibia y únala con 200 gramos de azúcar y 150 gramos de harina. Bata todo hasta obtener un engrudo liso, tápelo y déjelo en lugar tibio hasta que duplique su volumen. Entonces mézclelo con 450 gramos más de harina, la ralladura de un limón, ¼ kilo de frutas surtidas, a gusto (pasas, cáscaras, nueces, avellanas…), 150 de manteca derretida y 3 huevos. Hecho esto, vuelque todo en un molde enmantecado y enharinado de tamaño apropiado de modo que la mezcla llegue hasta la mitad. Vuelva a tapar y olvídese del pan dulce hasta que duplique su volumen. Apenas la masa duplique su volumen, cocine el pan dulce en horno caliente primero y suave después, hasta que se dore y comience a separarse de las paredes del molde. Recién cuando se enfríe, pruébelo, convide y créame: cuanto más pasión haya puesto en hacerlo, más rico le parecerá.



    miércoles, 9 de diciembre de 2015

    Kugelhopf





    De la Viena imperial

    Una antigua receta que perduró en el tiempo gracias a su textura esponjosa y al sabor delicado que la hace inigualable.


    Ingredientes

    Esponja

    Levadura prensada, 50 gramos
    Agua tibia, 1/3 de taza
    Harina, 1 cucharada
    Azúcar, ½ cucharadita

    Masa

    Manteca, 70 gramos y cantidad extra
    Azúcar, 1/3 de taza
    Sal, un poquitito
    Ralladura de ½ limón
    Huevos, 2
    Pasas de uva sin semillas, ½ taza
    Harina, 1 taza y 1/3
    Almendras, sin la piel marrón, 50 gramos (optativo)

    Varios

    Azúcar impalpable, cantidad necesaria


    1. Para la esponja: disuelva la levadura en el agua tibia.
    2. Agréguele la harina y el azúcar y bata con un tenedor hasta que se formen globitos en la superficie.
    3. Tape la levadura disuelta y déjela en sitio tibio hasta que tome el aspecto de una esponja. Reserve.
    4. Para la masa: bata la manteca hasta convertirla en pomada. Siga batiendo mientras le incorpora de a poco el azúcar, la sal y la ralladura de limón.
    5. Continúe batiendo mientras le agrega los huevos, de a uno por vez, batiendo muy bien después de cada adición.
    6. Únale la levadura fermentada y las pasas.
    7. Bata la mezcla con la mano abierta mientras le incorpora harina hasta obtener un engrudo blandito y esponjoso.
    8. Enmanteque abundantemente una budinera alta con tubo central y pegue en el fondo las almendras peladas (optativo).
    9. Vuelque en el molde el pegote de masa, de modo que llegue hasta la mitad de la altura del mismo.
    10.                 Tape el molde con un lienzo y déjelo en sitio tibio hasta que la preparación duplique su volumen.
    11.                 Cocínelo en horno caliente hasta que la superficie esté doradita y la miga cocida.
    12.                Retire del horno, desmóldelo sobre rejilla y enfríe.
    13.                 Cuando esté frío espolvoréelo con azúcar impalpable tamizada y páselo a una fuente.




    Este típico “budín” de la repostería vienesa, también llamado Gugelhupf tiene su historia. Es un clásico en las mesas festivas austríacas y durante las fiestas navideñas de Europa Central. Algunos remiten su origen a Alsacia, una región de Francia que limita con Suiza y Alemania, cuya capital es Estrasburgo. Sin embargo, otros investigadores de la historia de los alimentos cuentan que el Kugelhopf es popular en Francia gracias a María Antonieta, quien importó la receta de Austria. Y aunque figura entre los platos tradicionales alsacianos, es muy probable que su origen sea austríaco. Más allá de sus ingredientes, este budín tiene para los vieneses el sabor de lo propio. Al estar presente en todas sus celebraciones, se convierte en una presencia infaltable en diversas reuniones familiares y en una muestra de afecto entre cocineros y comensales. Junto con el Stollen alemán, el panettone italiano, el Christmas cake inglés y otros panes festivos típicos de Europa llegó a nuestras tierras de la mano de los inmigrantes. Desde entonces quedó impreso en los recetarios caseros como una joyita de la pastelería para acompañar un buen té o café y para soñar con la antigua Viena imperial, pues aseguran que era el postre favorito del emperador Francisco José de Austria.



    martes, 8 de diciembre de 2015

    Pan dulce para irse a dormir




    Pan dulce para ir a dormir

    Ingredientes

    El fermento

    Levadura fresca prensada 50 gramos
    Azúcar 1 cucharadita
    Harina 1 cucharada gorda
    Agua tibia 1/3 de taza

    La masa

    Harina común cantidad necesaria (aproximadamente 1 kilo)
    Manteca blanda 75 gramos
    Azúcar 200 gramos
    Ralladura de 1 limón
    Agua de azahar unas gotas (con cuidado)
    Coñac o whisky 1 copita
    Huevos 2
    Leche tibia 1/3 de taza
    Fruta seca y abrillantada 400 gramos (variedades a gusto)
    Huevo batido 1 (para pintar)
    Moldes de papel para pan dulce 2 de 1 kilo

    Preparación

    Para hacer la esponja, disuelva en un bol la levadura con el agua tibia. Mézclele la cucharadita de azúcar y una cucharada bien panzona de harina. Bata bien con batidor de mano o con cuchara de madera, hasta que se formen globitos. Tape flojamente con un repasador limpio o una bolsita de nailon y espere a que la levadura fermente y espume.

    Ahora empezaremos a elaborar la masa. Ponga en un bol grande 3/4 kilo de la harina indicada y haga un hueco en el centro. Coloque allí la manteca blanda (recuerde retirarla un rato antes de la heladera), el azúcar, la ralladura de limón (sólo la parte amarilla, sin resto de piel blanca), unas gotitas de agua de azahar, el coñac y los 2 huevos.

    Agregue ahora en el hueco la esponja de levadura que hemos preparado en el paso 1. Mezcle todo con la mano abierta (es la mejor manera), mientras une todo con la leche tibia, que irá agregando de a poco, más la harina extra necesaria. El objetivo es ligar todos los ingredientes hasta formar un bollo tierno, que no se pegotee en las manos.

    Vuelque el bollo sobre la mesa enharinada y agréguele de a poco más harina mientras amasa enérgicamente hasta obtener una masa tierna y lisa. Colóquela en un bol suficientemente amplio, píntele la panza con un poco de manteca derretida o aceite, tápela flojamente, métala en el horno apagado... ¡y váyase a dormir!

    Al día siguiente, ni bien se levante... ¡corra a ver qué pasó con la masa que encerró en el horno! ¿Vio cómo creció? Entonce, vuélquela sobre la mesa enharinada y aplástela con todas sus fuerzas... ¡más...! ¡más...! y... ¡más...! para desgasificarla bien y evitar así que le salga un pan dulce lleno de agujeritos. La idea es lograr una masa compacta.

    Una vez bien desgasificada la masa, estírela sobre la mesa enharinada dándole forma rectangular y un espesor de 2 centímetros aproximadamente. Pique sobre una tabla toda la fruta seca y abrillantada que haya elegido y luego mézclela bien en un bol. Extienda la mezcla de frutas sobre el rectángulo de masa, distribuyéndola bien parejo.

    Ahora enrolle la masa a lo largo, encerrando las frutas, como si estuviera armando un pionono. Enrosque el arrollado en espiral y luego amáselo con bronca para distribuir bien las frutas en el interior del bollo. Entonces, sí: divida la masa en 2 porciones y déle a cada una forma de pan dulce. O colóquelas dentro de los moldes de papel.

    Tape flojamente los panes y olvídese de ellos en un lugar tibio, hasta que crezcan al doble. Pero antes, tome un cuchillito filoso —no dentado— o una hojita de afeitar (¡qué antigüedad...!) y hágales en la panza de cada pan dulce 3 tajitos superficiales formando un triángulo. O simplemente 2 tajos superficiales en cruz, para que se abran al leudar.

    Una vez leudados, pinte los panes con huevo batido y cocínelos en horno precalentado en moderado. Coloque en el piso del horno un jarrito con agua para que la corteza no se reseque (retire el jarrito 5 minutos antes de terminar la cocción). En cuanto los panes estén doraditos, retírelos, enfríelos sobre rejilla y... ¡escóndalos hasta Navidad!



    lunes, 7 de diciembre de 2015

    Cómo pelar almendras


    Para quitarles la piel marrón a las almendras proceda así: Póngalas en un bol, cúbralas con agua hirviendo y déjelas reposar 5 minutos. Después escúrralas y presiónelas una por una: la piel se les desprenderá inmediatamente.


    domingo, 6 de diciembre de 2015

    Pan de miel y jengibre




     Tamice en un bol 2 tazas y ¼ de harina, ½ cucharadita de sal, 1 cucharadita de polvo para hornear, 1 cucharadita de jengibre (si quiere) y ½ cucharadita de cremor tártaro. Incorpórele entonces 3 huevos batidos con 1 taza de miel, 2 cucharadas de azúcar, 70 gramos de margarina derretida y ½ taza de agua caliente. Y siga batiendo hasta que todo haga ¡flop!, ¡flop!, ¡flop!. Vierta entonces en un molde así de grande enmantecado y enharinado (o dos moldes tipo “budín inglés”: Nº 2 y Nº 4) y cocine en horno moderado hasta que le crezca la panza (a la torta) y esté bien doradita. ¿Oye los aplausos?



    sábado, 5 de diciembre de 2015

    Turrón helado de chocolate


    INGREDIENTES

    (para un budín chico, tamaño “turrón”)

    Bizcochos vainilla, cortados por la mitad a lo largo, cantidad necesaria
    Chocolate, una tableta de 150 gramos
    Agua, 6 cucharadas
    Manteca, 125 gramos
    Azúcar, 6 cucharadas
    Fruta seca (almendras, nueces, avellanas, etc.) y pasas de uva sin semilla, 1 taza  en total


    PREPARACION

    1. Forre un molde tipo “budín inglés”, chico, con papel para cocinar.
    2. Tapice el fondo y los costados con las mitades de vainillas, convenientemente recortadas. Ponga en el congelador mientras prepara el relleno.
    3. Derrita el chocolate con el agua sobre fuego suave, revolviendo constantemente. Retire y entibie.
    4. Bata la manteca con el azúcar hasta que esté cremosa.
    5. Triture muy bien las frutas secas.
    6. Mezcle el chocolate derretido con el batido de manteca y revuelva continuamente sobre el fuego sólo hasta que no se noten los granitos de azúcar.
    7. Retire del fuego y mézclele la taza de frutas trituradas mezcladas con pasas.
    8. Vierta esta pasta en el molde forrado con vainillas.
    9. Tape la superficie con otra capa de vainillas.
    10. Ponga en el congelador hasta que esté firme.
    11. Desmolde, retire el papel y sirva en tajadas.