1) Aplaste sobre la mesada 100 gramos de manteca junto con ½ cucharadita de sal, 2 yemas y 4 cucharadas de agua helada.
2) Incorpórele aproximadamente ¾ de harina común, mientras une todo rápidamente hasta obtener un bollo tierno que no se pegotee. (Si hiciera falta, agregue más harina o más agua).
3) Tome pequeñas porciones de la masa y presiónelas dentro de moldecitos para tarteletas, a fin de forrarlas en un espesor parejo y finito. Recorte en forma prolija el excedente de los bordes.
4) Pinche enteramente las tarteletas con un tenedor, apóyelas sobre una placa y cocínelas en horno caliente hasta que estén suavemente doradas.
5) Retire, enfríe y desmolde cuidadosamente.
6) Mientras tanto, rehogue 2 cucharadas de cebolla rallada en 1 cucharada de manteca.
7) Agregue a esto 1 cucharada de harina y revuelva hasta obtener una pasta.
8) Incorpore ahora el líquido de un frasco mediano de champiñones y revuelva continuamente hasta que todo hierva y espese.
9) Agregue de a poquito crema de leche hasta obtener una especie de “salsa blanca espesa”.
10) Retire del fuego y mézcleles los champiñones cortados en tajaditas verticales y 1 cucharadita de perejil picado.
11) Sazone a gusto con sal y pimienta.
12) Rellene con esto las tarteletitas y acomódelas en una placa.
13) Espolvoree la superficie de cada una con queso rallado.
14) Gratine en horno bien caliente y sirva enseguida.
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