domingo, 20 de marzo de 2016

Mazurek



Se llama "mazurek" y es una dulzura tradicional de la gastronomía polaca. Muy fácil de preparar, el resultado es una tarta crujiente y deliciosa que se rellena con mermelada de
dos colores, sabores a elección. A calentar el agua, que hoy enriquecemos la mesa del té.


Lo que lleva

manteca blanda, 80 GRAMOS
azúcar, 80 GRAMOS
almendras molidas, 100 GRAMOS
ralladura de limón, 1 CUCHARADITA
harina, 250 GRAMOS
yemas de huevo duro, 2
yema cruda, 1
sal, UN POQUITO ASI
canela, IDEM
mermelada amarilla (damascos, duraznos o naranja), CANTIDAD NECESARIA
mermelada roja (frutillas o cerezas, etc), CANTIDAD NECESARIA
azúcar impalpable, PARA ESPOLVOREAR
tartera desmontable de 22 cm, enmantecada y enharinada, 1







Recuerde retirar la manteca un rato antes de la heladera para que tome temperatura ambiente. Una vez que esté blanda, ponga la manteca en un bol junto con el azúcar. Bata ambos ingredientes hasta obtener una crema. Agrégue la ralladura de limón (sólo la piel amarilla), las yemas de huevo duro previamente tamizadas, sal y la pizca de canela. Mezcle bien.

Sume a la preparación anterior la harina y las almendras previamente molidas (si lo prefiere, puede utilizar nueces igualmente molidas). Trate de unir todos los ingredientes hasta obtener una masa bien compacta. Envuelva el bollo en una bolsita de polietileno y estaciónelo en la heladera por lo menos una hora (no contada en el reloj) antes de utilizarlo.

Pasado el tiempo de reposo del bollo, retírelo de la heladera. Separe 2/3 de la masa y estírela con el palote de amasar enharinado sobre la mesa también enharinada, dejándola fina. Despéguela de la mesa con una espátula y forre con ella el molde para tarta, desmontable, previamente enmantecado y enharinado. Reserve la tartera así preparada.

Estire el resto de la masa dejándola fina. Despéguela de la misma manera y córtela en tiras angostas. Distribuya estas tiras sobre la masa que está en el molde, formando un enrejado. Pinte la masa con la yema y cocine la tarta en el horno hasta que se note cocida. Retírela del horno, déjela enfriar y desmolde sobre la fuente donde piensa servirla. Ya falta poco...

Espolvoree la tarta con azúcar impalpable, tamizándola con un colador para que no caigan grumos. Con una manga de repostería (o, en su defecto, una cucharita) rellene los rombos, en forma alternada, con la mermelada amarilla (de durazno, damasco o naranja) y la mermelada roja (frutillas o cerezas). Sírvala acompañada con una buena taza de té o café.

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