Deshuesen 6 costillitas de cerdo y háganles un tajo, ahuecándolas (¡Ayyyy!...) Entonces condiméntenlas con sal y pimienta, rellenen con queso de máquina (el que se usa para sándwiches) envuelto en morrones al natural, sujeten con palillos y doren en apenitas de aceite bien caliente. Una vez doraditas, aflojen el fondo de cocción con 1 cebolla rallada y agréguenles: 1 hoja de laurel, 1 cucharada de manteca, 1 cubito de caldo de verduras desmenuzado, el contenido de un frasco de champiñones al natural, ¼ de taza de agua y ¼ de taza de vino blanco seco. Dejen hervir hasta que la salsa se reduzca y la carne se ponga tierna (si la salsa es una “agrandada”, espésenla con un poquito de fécula de maíz disuelta en agua) y sirvan (¡sin los palillos y sin el laurel!) con papas fritas rejilla. ¡Glup!
No hay comentarios:
Publicar un comentario