Recuerde
que, para que no se oscurezcan los alcauciles, al hervirlos deberá agregar al
agua el jugo de medio limón y una cucharada de harina. Resultado: ¡Blanquísimos!...
(Es una forma de decir… ¡bah!)
Lo
que lleva:
Alcauciles, 6
Cebolla de verdeo, picadita, 2
cucharadas
Manteca o margarina, 2 cucharadas
Queso rallado, 1 taza
Salsa blanca, tipo pegote, tres cuartos
de taza
Huevos, 4
Sal, pimienta y nuez moscada, a gusto
Jamón cocido, en tajadas, 150 gramos
La
salsa:
Mayonesa, una taza
Mostaza de Dijon, una cucharada
Crema de leche, 4 cucharadas
Varios:
Jugo de medio limón
Harina, una cucharada panzona
Rodajitas de zanahoria, rehogadas con
manteca, 2 tazas (optativo)
Una budinera enmantecada, de 22 centímetros.
Paso
1
Limpie los alcauciles desechando las
hojas duras, la punta y la pelusita interna (estambres… ¡bah!). Cocínelos por
hervido agregando al agua – para que no
se oscurezcan -: el jugo de limón y la cucharada de harina. Una vez tiernos,
escúrralos, raspe la pulpa de las hojas y pique grueso los corazones. Ponga
todo en un bol.
Paso
2
Rehogue la cebolla de verdeo en la
manteca y agréguela al bol de los alcauciles junto con el queso rallado y la
salsa blanca pegote. Ligue con los
huevos y condimente a gusto con sal, pimienta y nuez moscada.
Paso
3
Forre la budinera enmantecada con las
tajadas de jamón cocido. Si sobran… superpóngalas. Y si sobresalen del borde
del molde, vuélquelas luego sobre el
relleno…
Paso
4
Vierta el relleno dentro del molde
forrado con jamón. Coloque la budinera a bañomaría y cocine el budín en horno
moderado 45 minutos, o hasta que al clavarle un cuchillito salga sin
adherencias. Retire, desmolde y sirva salseando cada porción con la guarnición de
zanahorias a la manteca y la siguiente salsa:
mezcle en una cacerolita la mayonesa, la mostaza de Dijon y la crema de leche. Revuelva
sobre fuego suave hasta que todos los ingredientes se integren. Vuélquela en
una salsera para que cada comensal se sirva a gusto.
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