Caliente 1/3 de taza de miel junto con 60 gramos de manteca en una cacerolita y deje hervir dos minutos. Retire y entibie. Vuelque en un bol y mézclele un huevo batido. Perfume con esencia de vainilla. Agréguele ¾ de taza de harina, un poquito de sal, 1 y ½ cucharadas de azúcar y ¼ de cucharadita de bicarbonato de sodio, tamizados. Mezcle bien. Vierta la pasta en cucharaditas espaciadas en una placa enmantecada y enharinada. Cocínelos en horno caliente hasta que estén sequitos.
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