Bata
10 claras a punto de nieve y agrégueles, de a cucharaditas, 200 gramos
de azúcar, mientras continúa batiendo hasta obtener un merengue que haga
picos duros. Entonces incorpórele 150 gramos de chocolate derretido en
80 gramos de manteca y 100 gramos de bizcochos dulces molidos (Canale o
Sarmiento o… ¡oh!). Vierta la mezcla en un molde enmantecado y
enharinado que sea desarmable y cocine en horno moderado hasta que esté a
punto. ¡Una verdadera esponja! Desmóldela y, una vez fría, cúbrala con
la siguiente crema: 100 gramos de manteca batidos 100 gramos de azúcar,
100 gramos de chocolate derretido con 2 cucharadas de café líquido y 2
yemas. Y si todavía quedó algo de vuelto de lo de Don Jesús: una lluvia
de nueces picadas sobre la superficie! ¡Claro que alguna vez podrá hacerla!
Versión 2:
Budín de chocolate
Escuche
bien: disuelva 125 gramos de cacao dulce (o amargo) en 5 cucharadas de
agua caliente. Mientras se enfría, trate de batir – ¡inútilmente! – 1 y ½
taza de azúcar con 100 gramos de manteca blanda. Tendrá que hacer como
yo: limitarse a amasarla con las manos hasta obtener un mazacote…
Entonces sí: agréguele batiendo 4 yemas de a una por vez; luego, el
chocolate derretido, ½ taza de leche y 1 taza y ¾ de harina, previamente
tamizada con 3 cucharaditas de polvo para hornear. Finalmente únale con
suavidad las 4 claras batidas a nieve, viértala en un molde forrado con
papel Daniela (papel para cocinar… ¡bah!) enmantecado y cocínela en
horno suave hasta que crezca más de lo imaginado.
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