jueves, 14 de marzo de 2013

Tarta de alcauciles







Fría o caliente

Esta tarta esta lista en poco rato y le salva una comida de manera fácil

Ingredientes

Disco para Pascualina, 1
Corazones de alcauciles al natural, 1 frasco grande
Dientes de ajo, 5
Manteca, 1 cucharada
Huevos, 5
Queso rallado, 1 taza
Sopa crema de cebolla, 1 cda.
Sal y pimienta negra, a gusto
Queso fresco, en daditos, 1 taza


Preparación


1.       Forre la tartera, previamente enmantecada y enharinada, con el disco de masa (o prepare un disco de masa casera, si tiene ganas de amasar). ¿Le recomiendo una fórmula? Mezcle 100 gramos de manteca blanda con una yema, una cucharadita de sal, 4 cucharadas de agua fría y una taza de harina. Amase poco el bollo y déjelo descansar un rato en la heladera antes de estirarlo. (Usted me entiende…).
2.       Escurra los alcauciles (deseche el líquido) y corte los corazones en trocitos chicos. Pique los ajos bien finitos y dórelos en la cucharada de manteca. ¡Ojo!, que no se le quemen pues tomarán sabor amargo. Bata los huevos y mezcle los ajos rehogados con todo su juguito. Agregue el queso rallado y la sopa crema. Sazone con sal y pimienta a gusto (si la pimienta es recién molida… ¡mucho mejor!).
3.       Distribuya sobre el fondo de la tarta los trocitos de corazones de alcaucil. Cubra los corazones de alcaucil que distribuyó sobre la tarta con los trocitos de queso y alcaucil el batido de huevos que preparó anteriormente. Cocine la tarta en horno caliente. Póngala primero 5 minutos en el piso del horno y luego llévela a un estante central durante 20 minutos.
4.       Sírvala caliente… ¡o fría!


Tip:


El alcaucil, como su aspecto lo sugiere, es una flor. Pero ¡qué rica flor! Es oriunda del sur de Europa y del Norte de África



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