1. Para que mamá no se desespere si papa vuelve de pescar con toneladas de pescaditos insoportables para limpiar…
2. ... y para que papá tampoco se desespere porque no hay “pique” grande, ¿qué te parece si le proponemos que a cambio de corvinitas o pejerreyes vuelva a casa con una apetitosa lata de sardinas? Eso te dará la oportunidad para que tú hagas esta receta.
3. Además de la lata de sardinas que trajo papá, necesitas: 1 frasco chico de mayonesa, 1 tomate, 1 huevo duro y un pan lácteo – tamaño mediano – bien fresquito.
4. Quítale a cada tajada la corteza y estira cada rectángulo de miga hasta dejarlo bien finito. Úntalos con mayonesa.
5. Entonces acomoda en el extremo de cada rectángulo unos trocitos de sardinas, un poquito de huevo duro y otro poquito de tomate picado. Pinta el borde opuesto con un poco de huevo batido y arrolla las tajadas envolviendo bien el relleno. Luego coloca los arrolladitos sobre una placa con el borde libre hacia abajo, y cocínalos en horno caliente hasta que estén bien dorados.
6. Quedarán tan ricos y crujientes… ¡que seguramente papá, en adelante, en lugar de querer ir a pescar preferirá jugar tennis o tal vez golf!
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