Posiblemente usted ya lo sabía. Pero esta receta no se la doy solamente para ahorrar grasas, sino palabras. "Sé tu propio verdugo, no dejes el cuidado de martirizarte a nadie jamás" (NERHABREN). Encárguele a la batidora que transforme en una espuma: 4 huevos y 240 gramos de azúcar. Luego perfume con vainilla y mézclele suavemente 240 gramos de harina y distribuya en moldes apropiados para vainillas, enmantecados y enharinados. Finalmente, espolvoree la superficie de cada una con azúcar molida y cocine en horno moderado hasta que los chicos las descubran. "El placer del peligro engendra el placer de la Victoria" (GUYAU).
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