domingo, 21 de diciembre de 2014

Polvorones de almendras





Solamente haciendo una piratería en un libro español usted podrá darse el gusto de comer una de las delicias más finas de la cocina tradicional. ¿Se anima? “Digno es de gloria quien roba un reino; quien roba poco merece un ronzal” (CASTI): Mezcle sobre la mesa 125 gramos de harina, 1 cucharadita chica de polvo para hornear, 90 gramos de manteca blanda, 50 gramos de almendras tostadas y licuadas (con la piel marrón) y  4 cucharadas de azúcar impalpable. Cuando todo esté hecho una pasta, aplaste con el palote hasta dejarla de 2 cm de espesor; corte en discos más bien chicos, apóyelos sobre una placa forrada con papel blanco y cocínelos en horno suave, hasta que estén sequitos y color arena mojada. Una vez fríos, cierre los ojos, y pruébelos. ¿Quién está pescando en el Guadalquivir?... “El punto matemático, el triángulo geométrico, el átomo físico, no poseerían las exactas calidades que los constituyen si no fueran meras construcciones mentales” (ORTEGA Y GASSET). ¡Glup!


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