INGREDIENTES
Agua, 1 taza (tamaño desayuno: 250cc)
Harina, 1 taza (ídem)
Sal, un poquitito
Manteca, 70 gramos
Huevos, 4
PREPARACIÓN
1. Ponga en una cacerolita el agua, la
sal y la manteca.
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4.
y no llore porque quedó “cortada” (la pasta, se entiende…). Llame a su marido o
a su cuñado (el que sea más fortachón) y pídale que bata y bata y bata hasta
que la masa se una y quede lisita. Agregue del mismo modo, de a uno por vez,
los 3 huevos restantes.
5. Cuando haya obtenido un engrudo más
lindo, amarillo y lisito, colóquelo en una manga de boquilla lisa pero no tan
inmensa (los profiteroles son más bien chicuelos) y trace copitos sobre placas
enmantecadas y enharinadas, espaciándolos entre sí.
6. Coloque las bombitas (profiteroles)
en horno bien caliente y ¡déjese de impacientarse porque no se inflan! Cuando
se quiera acordar, esos pegotes que habrá puesto a cocinar se inflarán el
doble. Pero entonces…
7. … ¡No dé saltitos de alegría y se
abalance a sacarlos! EL SECRETO PARA QUE LAS BOMBAS NO SE LE ACHATEN NI QUEDEN
RELLENAS DE PEGOTE POR DENTRO, aparte de hacerlas con una buena receta como ésta
(¡ejem!) es el siguiente: APENAS LAS BOMBITAS SE INFLEN, BAJE LA LLAMA DEL
HORNO AL MÍNIMO Y DÉJELAS EL TIEMPO NECESARIO PARA QUE SE SEQUEN POR DENTRO.
8. Ahora sí: ¡retírelas y espere a que
se enfríen para rellenarlas! ¿Vio como no se achataron?
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