1. ¡No es posible que cuando salgamos de vacaciones nos encaprichemos pidiéndole
a papá que compre alfajores para regalar a familiares y amigos a nuestro
regreso!
2. ¿Te imaginas cuánto tendría que gastar papá para quedar bien con
todos?
3. “¡Año Nuevo… vida nueva!”, dice la abuela. Y nosotros te proponemos:
¡Y alfajores nuevos también! Anímate a hacerlos: no llevan cocción, se hacen en
5 minutos y nada tienen que envidiar a los comprados. Necesitarás: 1 paquete (o
2 ó 3 o los que quieras) de galletitas tipo “express”, 1 sobrecito de azúcar
impalpable, unas gotas de jugo de limón, unas gotas de agua caliente y 1 pote
de dulce de leche espeso. ¡Manos a la obra!
4. Une las galletitas de a tres, untándolas con una buena capa de dulce
de leche. Arma de este modo los alfajores que quieras.
5. El baño se hace así: tamiza el azúcar impalpable en un bol (si no
tienes tamiz, usa el colador del caldo) y, mientras bates, agrega de a poquito
unas gotas de jugo de limón y unas gotas de agua caliente, hasta que se forme
un bañito espeso y opaco. Entonces pon los alfajores sobre una rejilla y, con
una cuchara, toma una porción del baño y échala sobre cada alfajor, bien en el
centro de la superficie, desde una altura de 20 centímetros (¡hay que tener
puntería!). De este modo, al caer con fuerza el baño correrá por sí sólo y los
alfajores quedarán como de confitería. Una vez secos (este baño se seca muy
rápido en contacto con el aire), envuelve cada uno en papel blanco y hazle un
dibujito a modo de marca. ¡Viva la industria casera!
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