sábado, 11 de junio de 2011

Dulce de leche “Tata”



(“Tata”: así llamaban sus nietos a mamá. Y así he dado en bautizar yo, todas aquellas recetas que heredé de su inmenso amor por la cocina. La fórmula se la dedico hoy al hijo de Marta Milesi, poeta y amiga, que tantas veces me lo pidió… “Mejor tarde que nunca”, diría Tito Livio.

INGREDIENTES

Leche, 4 litros
Azúcar, 1 kilo (en aquellos tiempos mamá usaba exclusivamente “azúcar de refinería”. Ahora… ¿mejor dejémoslo así?)
Chaucha de vainilla, cortada en dos a lo largo, 1
La olla más alta que encuentre o  le presten
Bicarbonato de sodio, 1 cucharadita


PREPARACION

  1. Ponga a hervir la leche en una cacerola. Cuélela a otra bien alta (así eliminamos las “impurezas” pegadas en el fondo).
  2. Agréguele el azúcar, la vainilla y el bicarbonato. Haga hervir. En cuanto hierva, por efecto del bicarbonato, el dulce de leche trepará desesperado por escaparse de la cacerola.
  3. Deje hervir siempre el dulce sobre fuego fuerte (siempre voy en contra de la corriente…) para evitar que se le forme “nata”.
  4. Cuando el dulce de leche tome color (color a dulce de leche) gracias al agregado del bicarbonato (que además se agrega para que la leche no se “corte”) comprobará que empieza a “planear bajito”… Es decir: comienza a espesar, no trepa más y las burbujas se vuelven chicas y apretaditas, señal de que está casi a punto…
  5. Cuando el dulce tome la consistencia de una “salsa blanca mediana” (pero con color de dulce de leche) y al revolver pueda espiarse el fondo de la cacerola… ¡listo! Pero no se olvide de este paso:
  6. Retire la cacerola del fuego y apóyela sobre un fuentón (o cosa parecida) que contenga agua fría y revuélvalo con cuchara de madera, hasta que se enfríe. Al enfriarse, espesará sin que se le forme nata y… ¡listo el dulce de leche!


NOTA: Siguiendo fielmente mis instrucciones el dulce nunca se “cortará”. Pero – Dios no lo quiera – si esto ocurriera… ¿sabe cuál es la solución? ¡Licuarlo o procesarlo! Ver para creer…



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