miércoles, 1 de febrero de 2012

Salsa casera de tomates


1) Elija tomates maduros y sanitos y lávelos y séquelos uno por uno con un lienzo limpio.

2) Róbele a la abuela la palangana de plástico (¿conoce alguna abuela que no la tenga?).

3) Ponga allí los tomates cortados en trozos, sin el cabito.

4) Espolvoréelos con sal, pimienta en grano, hojas de laurel trituradas, orégano y dientes de ajo.

5) Déjelos allí una semana, revolviéndolos todos los días con una cuchara de madera y tapándolos con un tul (o lo que pueda) para que las moscas curiosas no se suiciden.

6) Pasado los 8 días (mi semana tiene 8 días) prepare botellas previamente esterilizadas (hervidas en agua caliente ½ hora) y llénelas con el tomate escurrido solo hasta la base del cuello (el jugo que queda en la palangana se desecha).

7) Termine de llenar las botellas con aceite.

8) Tápelas con corcho y sujete cada corcho a la botella con unas cuantas vueltas de alambre (pues al fermentar el tomate pueden “explotar”). Pero… ¡no ponga esa cara de susto!... ¡Si habrá hecho papá en La Pampa salsa en botella y mire lo sana y gordita que estoy!...








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