Es
un baño opaco de azúcar que se utiliza
en repostería para bañar tortas, bombones o masitas. Es riquísimo y queda muy
vistoso. Prepararlo lleva tiempo y algo de maña, pero los resultados bien valen
la pena.
Lo que lleva:
Azúcar
en terrones o pancitos, 1 kilo
Glucosa,
1 cucharada
Agua,
cantidad necesaria
Jugo
de limón, cantidad necesaria
PREPARACIÓN
Ponga
en una cacerola el azúcar y la glucosa. Complete con agua hasta cubrir los
ingredientes.
Coloque
la cacerola sobre el fuego y mezcle con una cuchara de madera hasta que el azúcar
se disuelva.
No
revuelva más y deje hervir hasta que el almíbar tome punto de “bolita blanda”.
Retire
la cacerola del fuego y vierta el almíbar sobre un mármol (o mesada de material
similar), previamente mojado con agua fría.
Rocíe
el almíbar con jugo de limón. Luego tome una paleta de metal y trabaje el almíbar
levantándolo y mezclándolo, hasta que comience a azucararse. Se pone opaco y
espeso.
Amase
el azucarado ligeramente con las manos hasta lograr una pasta bien lisa.
Coloque
la pasta en un bol y tápela con un lienzo húmedo hasta el momento de usarla (de
este modo no se secara).
Para
utilizar el fondant, coloque una porción en un bol y caliéntelo a bañomaría,
mezclando continuamente con cuchara de madera, hasta que tenga consistencia
cremosa, ideal para untar y cubrir una torta.
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