viernes, 19 de noviembre de 2010

De aquí, de allá y de mi abuela también


Blanca Cotta cocinó las tortas del cumple, pero también le otorgamos el honor de que sea ella quien sople las velitas.
 
Porque Blanca Cotta está desde los inicios de Ollas & Sartenes, el 4 de julio de 1991, hoy protagoniza estas páginas.
No necesita presentación. Ella iluminó la cocina de varias generaciones de argentinas y argentinos. Si bien, por una cuestión generacional, se dirigía a la mujer, que por esos años era la encargada de mantener encendida la llama del hogar, la experiencia demuestra que muchos varones la leían y la escuchaban. ¿Una anécdota? La del fotógrafo Eduardo Bottaro, que trabajó con Blanca semana a semana haciendo el famoso “paso a paso” que se publicaba en Ollas. Mientras se preparaban las luces y la escena, hablaban de las comidas. Años hablando de pecetos, pollos, tortas, crêpes... Un día, Bottaro llega con novedades a la redacción de Clarín: “Me voy a vivir a Córdoba y pongo un restaurante. Cocinaré yo, con las recetas de Blanca. Y así fue. En Yacanto, Traslasierra, tiene su hostería Cuatrovientos, que creció con recetas caseras.
Y ni hablar de las cartas de los lectores que, además de pedirle recetas, le cuentan las suyas: “Cristina, una amiga de mi tía prepara el peceto así...”. Después de probar la fórmula, Blanca devolvía agradecida un “paso a paso” que se publicaba como “El peceto relleno de Cristina”.
La comunicación con la gente es un don natural reforzado por la profesión. Porque ella, además de ser cocinera es periodista. Y a través de su ya famosa columna en el viejo Clarín Revista, “De aquí, de allá y de mi abuela también”, ella transformaba en chimento, rumor o humor una reflexión soberbia de algún gran filósofo. Llevaba a la mesada los aforismos más solemnes y les daba un sentido práctico y divertido.
Las recetas Tata, no son otra cosa que las heredadas de su madre, porque Blanca estuvo cerca de la buena mesa desde su infancia.
¿Un poco de historia? Como periodista estuvo presente en diversos medios desde mediados del siglo XX. En 1954 ingresó a la revista Mucho Gusto como secretaria de redacción y en 1960 ya estaba en la tele, en el programa Buenas Tardes Mucho Gusto, por canal 13, del cual fue guionista y planificadora de programación. ¡Y colaboraba en la revista Anteojito, con su sección Comiditas! El periodismo gastronómico, su propia experiencia y las enseñanzas de Tata la animaron a publicar sus propias recetas en Clarín, que aparecieron por primera vez en el suplemento Clarín Rural. Más tarde, ya en el cuerpo del diario, tuvo una columna llamada “Entre ollas y sartenes”.
Habilidosa mujer, maestra y profesora de letras, fue también humorista gráfica, porque siempre ilustró sus columnas con sus “monos”, viñetas de su propia pluma. Los que tienen espíritu coleccionista pueden ir revisando viejas páginas en busca de esos divertidos e inconfundibles personajes. Pero en su haber hay algunos que son joyitas: publicó chistes ilustrados en la revista “El Pingüino Chismoso”, la primera editada en la Antártida.
¿Libros? Más de 20 llevan su firma. El primero fue La Cocina Divertida, que además de recetas, relata vivencias y recuerdos, incorpora fragmentos de poesía, frases célebres, chistes y, claro, los infaltables monitos.
Maestra de la mesa diaria, uno de sus grandes títulos fue Recetas para llegar a fin de mes. Porque siempre pensó que lo que la gente tiene en la heladera es el principio de realidad en la cocina.



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