viernes, 23 de septiembre de 2016
Dulce de berenjenas
Esta vez, Blanca Cotta propone alejar a las berenjenas de los escabeches y tartas. Una apuesta dulce.
Si bien la época de las berenjenas suele ser el verano, la magia de los tiempos actuales hace que las encontremos en la verdulería del barrio en casi todas las estaciones. Las hay violetas, de color blanco y también jaspeadas. Las de color violeta tienen sabor más intenso. ¿Cómo elegirlas? Deben tener la piel brillante y la pulpa, al tacto, tensa. Deseche las que tienen la pulpa blandita y la piel arrugada. Para limpiarlas, córteles el cabito y los sépalos (las hojitas, ¡bah!).
Lávelas bien. Pélelas o déjelas con cáscara, según indique la receta. Use preferentemente un cuchillo de acero inoxidable para evitar que se oscurezcan, porque poseen mucho hierro. Hoy ya no es necesario, una vez peladas, dejarlas reposar en un colador, espolvoreadas con sal, para que eliminen el sabor amargo. Gracias a la evolución de los cultivos… ¡las berenjenas de ahora no son “amargadas”!
Claro que es difícil quitarse la costumbre de seguir haciéndolo. Finalmente, estos vegetales admiten cualquier tipo de cocción. Eso sí, tenga en cuenta que la pulpa es sumamente tierna así que cuide la cocción para que no se le pasen.
Esta vez vamos a dejar descansar a las berenjenas de los escabeches, las tartas o las berenjenas a la napolitana. Las vamos a convertir… ¡en dulce de berenjenas! No frunza el ceño y haga la prueba, aunque sea con una cuarta parte de las cantidades de la receta.
Seguramente, no se arrepentirá. Anímese con esta frase de Friedrich Nietzsche: “¡Sé audaz! ¡Es el momento! La mirada fría y serena. Estás perdido si crees en el peligro”.
Dulce de berenjenas
1. Quítele el cabito a 1 kilogramo de berenjenas y córtelas a lo largo.
2. Hiérvalas con cáscara en agua con sal hasta que estén tiernas pero no deshechas.
3. Escúrralas, hágales incisiones en la pulpa y hunda en ellas trocitos de nueces.
4. Prepare un almíbar flojo con 1 kilogramo de azúcar, 1 y 1/2 litros de agua y jugo de 1/2 limón.
5. Sumerja las berenjenas, hierva 5 minutos y apague el fuego.
6. Repita la operación todos los días hasta que las berenjenas estén cristalinas y el almíbar, espeso.
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