Por más que usted haya sacado siempre 10 en castellano, cada vez que lee una receta española y entre los ingredientes le piden: “bizcochos de soletilla”… ¿qué cree que son? ¡Pues una especie de vainillas, tratadas por el Dr. Cormillot! ¿Las hacemos juntas? Bata 3 yemas con 100 gramos de azúcar, hasta que estén así de espesas y cremosas. Entonces perfume con ralladura de limón y agrégueles 110 gramos de harina. ¡Qué mazacote!, ¿no? Ablándelo con la mitad de 3 claras batidas a nieve; y luego agrégueles el resto de las claras, uniendo suavemente. Ponga entonces la pasta en una manga con boquilla lisa y trace bastones sobre una placa forrada con “papel para cocinar” enmantecado, espaciándolos 5 cm entre sí. Último paso: Espolvoréelos con azúcar impalpable tamizada y cocínelos en horno bien caliente, hasta que comiencen a dorarse. ¿Sabe lo ricos que parecen empujados con champán? “Acompáñate de los buenos y tu lo parecerás” ¡Hic!
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