jueves, 8 de diciembre de 2011

Turrón meridional




(lo más parecido a un turrón – por lo duro y rico -… sin que tenga parentesco alguno!)



INGREDIENTES



Huevos, 2

Harina común, cantidad necesaria

Aceite, para freír

Miel, 1 y ½ taza

Grajeas de colores (¡qué antigüedad!)




PREPARACIÓN



  1. Bata los 2 huevos hasta que estén así de espumosos (punto letra).
  2. Agréguele de a poco harina, mientras amasa con las manos hasta obtener una masa muy tierna (pero que no se pegotee).
  3. Tome pequeñas porciones y amáselas en tiritas como si fuera a hacer ñoquis para liliputienses.
  4. Corte cada tira en trocitos así de chiquititos… ¡pero no los moldee como cuando hace ñoquis! Déjelos a mitad de camino…
  5. Fría los trocitos de masa por tandas, en aceite bien caliente, hasta que estén bien doraditos (al freírse, aumentan de tamaño, por eso insisto en que los haga tamaño miseria).
  6. A medida que los fría, escúrralos sobre papel absorbente.



TERMINACIÓN



  1. Ponga la miel en una cacerolita y hágala hervir hasta que tome punto de “bolita blanda”.
  2. Ponga las pelotitas fritas en un bol y vierta sobre ellas la miel.
  3. Ligue con cuchara de madera y vierta en un molde en forma de anillo, bien enmantecado. Deje enfriar.
  4. Desmolde la rosca (el “turrón”… ¡bah!) sobre una fuente y salpique con las grajeas.
  5. Para servir, serruche cada porción con un cuchillito dentado como si se tratara, realmente, de un turrón.




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