¿No le parece que sus chicos ya están cansados del sandwichito que llevan a la escuela? ¿Qué le parece la idea de inventarles unas salchichas de Viena envueltas en masa? ¡Y no me diga que estoy imitando a los choripanes! Aunque si lo piensa, después de todo… ¿quién dijo que una imitación es el mejor halago que puede hacérsele a alguien?...
1) Ponga sobre la mesa 18 cucharaditas gordas de harina leudante (hoy estoy en diminutiva), sal a gusto y 6 cucharadas de manteca fría.
2) Corte la manteca con dos cuchillos hasta convertirla en granitos.
3) Ponga el granulado en un bol y agréguele 12 cucharadas de leche helada, mientras revuelve con un tenedor hasta obtener un bollo irregular (¡horrible!)
4) Deje el bollo en la heladera hasta que tome consistencia como para ser amasado con el palote.
5) Estire la masa por partes, dejándola finita.
6) Corte en rectángulos un poco más largos que las salchichas y de un ancho tal que puedan envolverse cómodamente.
7) Unte cada rectángulo con mostaza (si a su hijo le gusta…) ponga una salchicha y envuelva sellando bien los extremos.
8) Coloque los paquetitos en una fuente enmantecada, con el borde libre hacia abajo y cocine en horno caliente hasta que estén doraditos y crujientes.
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