De la Viena imperial
Una antigua
receta que perduró en el tiempo gracias a su textura esponjosa y al sabor
delicado que la hace inigualable.
Ingredientes
Esponja
Levadura
prensada, 50 gramos
Agua tibia,
1/3 de taza
Harina,
1 cucharada
Azúcar, ½
cucharadita
Masa
Manteca,
70 gramos y cantidad extra
Azúcar,
1/3 de taza
Sal, un
poquitito
Ralladura
de ½ limón
Huevos,
2
Pasas de
uva sin semillas, ½ taza
Harina,
1 taza y 1/3
Almendras,
sin la piel marrón, 50 gramos (optativo)
Varios
Azúcar impalpable,
cantidad necesaria
1. Para la esponja: disuelva la
levadura en el agua tibia.
2. Agréguele la harina y el azúcar y
bata con un tenedor hasta que se formen globitos en la superficie.
3. Tape la levadura disuelta y déjela en
sitio tibio hasta que tome el aspecto de una esponja. Reserve.
4. Para la masa: bata la manteca hasta
convertirla en pomada. Siga batiendo mientras le incorpora de a poco el azúcar,
la sal y la ralladura de limón.
5. Continúe batiendo mientras le
agrega los huevos, de a uno por vez, batiendo muy bien después de cada adición.
6. Únale la levadura fermentada y las
pasas.
7. Bata la mezcla con la mano abierta
mientras le incorpora harina hasta obtener un engrudo blandito y esponjoso.
8. Enmanteque abundantemente una
budinera alta con tubo central y pegue en el fondo las almendras peladas
(optativo).
9. Vuelque en el molde el pegote de
masa, de modo que llegue hasta la mitad de la altura del mismo.
10.
Tape el molde con un lienzo y déjelo en sitio
tibio hasta que la preparación duplique su volumen.
11.
Cocínelo en horno caliente hasta que la
superficie esté doradita y la miga cocida.
12.
Retire
del horno, desmóldelo sobre rejilla y enfríe.
13.
Cuando esté frío espolvoréelo con azúcar impalpable
tamizada y páselo a una fuente.
Este típico
“budín” de la repostería vienesa, también llamado Gugelhupf tiene su historia. Es
un clásico en las mesas festivas austríacas y durante las fiestas navideñas de
Europa Central. Algunos remiten su origen a Alsacia, una región de Francia que
limita con Suiza y Alemania, cuya capital es Estrasburgo. Sin embargo, otros
investigadores de la historia de los alimentos cuentan que el Kugelhopf es
popular en Francia gracias a María Antonieta, quien importó la receta de
Austria. Y aunque figura entre los platos tradicionales alsacianos, es muy probable
que su origen sea austríaco. Más allá de sus ingredientes, este budín tiene
para los vieneses el sabor de lo propio. Al estar presente en todas sus
celebraciones, se convierte en una presencia infaltable en diversas reuniones
familiares y en una muestra de afecto entre cocineros y comensales. Junto con
el Stollen alemán, el panettone italiano, el Christmas cake inglés y otros
panes festivos típicos de Europa llegó a nuestras tierras de la mano de los
inmigrantes. Desde entonces quedó impreso en los recetarios caseros como una
joyita de la pastelería para acompañar un buen té o café y para soñar con la
antigua Viena imperial, pues aseguran que era el postre favorito del emperador
Francisco José de Austria.
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