lunes, 2 de junio de 2014

Milanesas escondidas




Ingredientes

Milanesas ya cocidas, 1 (o las que te regale mamá)
Salsa pomarola, 1 cucharadita por milanesa
Queso fresco, 1 tajadita por milanesa
Discos de empanadas para horno: 2 discos por cada milanesa
¡Y papel de aluminio para envolverlas!


1. Antes que nada, pídanle a la tía hacendosa que les abra la lata de pomarola. Entonces, pongan el contenido en un bol y resérvenlo. Luego, con la lata vacía, lavadita y limpita, recorten cada milanesa en forma redondita. ¿Qué qué hacen con los recortes?... Yo que ustedes los hago desaparecer ¡en un abrir y cerrar de boca!
2. Ahora, separen los discos para empanadas y estiren cada uno por separado (enharinando la mesa y el palote) a fin de agrandarlos, pero siempre conservándoles su forma redondita. Calculen dos discos para cada milanesa.
3. Armen las “milanesas escondidas” así: coloquen una milanesa en el medio de un disco de empanada; pónganle en el centro una cucharadita de salsa pomarola, y sobre la pomarola acomoden unos daditos de queso. ¿Listo? Pinten entonces el borde de la masa con un poquito de agua, tapen el relleno con otro disco de masa estirado, presionen bien y...
4. ...Para asegurarnos de que ni la pomarola ni el queso se escaparán... ¡presionen fuertemente el borde de cada “milanesa escondida” con un tenedor enharinado!
5. ...Pongan los extraños pastelitos sobre una placa enmantecada y enharinada, y... ¡seguro que ya saben el final! Cocínenlos en horno caliente, hasta que estén doraditos y crujientes. Una vez tibios, envuélvanlos por separado en papel de aluminio, guárdenlos en la mochila... ¡y apúrense para no llegar tarde... al recreo largo!



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