Un plato en el que no falta nada: el mondongo hervido se incorpora a una salsa de tomate, morrón, cebolla, ajo y perejil. Luego se agregan papas y, al final, arroz blanco y queso rallado.
Ingredientes
Mondongo, 1 kg
Aceite, ½ taza
Cebollas picadas, 2
Morrón cortado en tiras, 1
Tomates al natural, 1 lata
Zanahorias, raspadas y cortadas en rodajitas, 3 (chicas)
Conserva de tomates, 1 cucharada
Dientes de ajo picaditos, 3
Perejil picado, 2 cucharaditas
Tomillo seco, 1 cucharadita
Laurel, 1 hoja
Ají molido, 2 cucharaditas
Caldo, 3 tazas
Papas, cortadas en dados, ½ kg
Arroz, 1 taza
Queso rallado, cantidad necesaria (optativo)
Preparación
- Lave muy bien el mondongo y hiérvalo en agua con un poco de sal hasta que esté tierno. Controle de cerca este paso pues muchas veces el mondongo que le venden tiene ya una precocción.
- Escúrralo y ráspele todas las adherencias. Deséchelas. Use para esto un cuchillo filoso no dentado. De una limpieza prolija depende el éxito.
- Corte el mondongo en tiras finas. Reserve. El hecho de cortarlo así tiene su estrategia: absorber la mayor cantidad de salsa durante la cocción.
- Caliente el aceite en una cacerola y rehogue en él la cebolla, el morrón y los ajos. Dichos ingredientes deben transparentarse sin dorar.
- Agréguele los tomates picaditos y con todo su jugo, las rodajitas de zanahoria y la conserva de tomates diluída en un poco de agua. En lugar de tomates envasados puede utilizar igual volumen de tomates frescos, pelados, picados y sin semillas.
- Cuando la preparación rompa el hervor, súmele el perejil picado, el tomillo, el laurel y el ají molido. Mezcle bien. Las hierbas aromáticas puede reemplazarlas por otras de su preferencia: romero, albahaca, orégano, etc.
- Incorpore en la cacerola las tiras de mondongo y las 3 tazas de caldo. Deje hervir despacito hasta que el mondongo esté bien tierno. Vigile de cerca el nivel de líquido y manténgalo con el agregado de chorritos extra de caldo, vino o agua.
- Agregue en la cacerola los dados de papa y deje hervir despacito hasta que estén cocidos. Mientras… Coloque el arroz en un colador y lávelo bajo la canilla hasta que suelte todo el almidón. Es decir: hasta que el agua salga transparente.
- Hierva aparte el arroz en agua con sal hasta que esté al dente. Cuele el arroz y agréguelo en la cacerola. Mezcle bien. Pruebe y rectifique – o no – el sazonamiento. Generalmente el arroz absorberá parte de los sabores, razón por la cual habrá que rectificar el sazonamiento de la preparación.
- Sirva en cazuelitas ofreciendo aparte queso rallado. Este queso lo ofrecemos para los fanáticos de este ingrediente. Personalmente pienso que altera el sabor auténtico de este guiso.
Secreto I:
- Antes de incorporar los ajos al guiso pártalos por la mitad y deseche el brote interno (verde o blanco). Como ya le dije antes, eliminarlo es una suerte de protección para evitar el sabor fuerte del ajo que puede resultar desagradable.
Secreto II:
- Como el guiso exige una prolongada cocción, vigile el nivel de líquido agregando de a ratos chorritos de caldo. Si desea, puede reemplazar el caldo por chorritos de vino blanco seco.
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