INGREDIENTES
1 litro de leche
3 cucharadas de manteca
1 cucharadita de sal
250g de sémola
3 yemas
1 taza y una cucharada extra de queso rallado
sal, pimienta y nuez moscada, a gusto
manteca derretida, cantidad necesaria
PREPARACIÓN
1. Ponga a hervir la leche junto con 2 cucharadas de manteca y una cucharadita de sal. En cuanto la leche rompa el hervor, agregue la sémola en forma de lluvia mientras revuelve a toda velocidad con un batidor de alambre para evitar la formación de grumos. Cambie por la cuchara de madera y siga revolviendo (se debe formar una especie de polenta espesa). Retire la cacerola del fuego, vuelque la preparación en un bol y mézclele las yemas (una por vez), batiendo después de cada adición.
2. Mézclele la taza de queso rallado y sazone a gusto con sal, pimienta y nuez moscada. Vuelque la mezcla sobre la mesa untada con manteca (o agua) y, con el palote también untado o humedecido, estírela dejándola de 1 y ½ cm de espesor aproximadamente.
3. Corte la pasta en discos de unos 7 cm de diámetro. A medida que lo hace, levántelos con espátula y acomódelos sobre una placa enmantecada y espolvoreada con queso rallado.
4. Amase los recortes, estírelos y siga haciendo más ñoquis.
5. Cubra cada ñoqui con una capan de queso rallado, rocíelos con manteca derretida y gratínelos en horno caliente. Funda el queso sin dorar.
6. Sírvalos solos, o chorreando cada porción con crema caliente, sazonada con sal y pimienta.
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