Rico
y muy saludable
Una
costumbre para adoptar: comer pescado, pero de un modo diferente
Ingredientes
Salmón,
2 rodajas
Agua
de la cocción del salmón, 1 taza
Morrones
al natural, 1 lata chica
Arvejas
escurridas, 1 lata
Sal
y pimienta, a gusto
Manteca,
2 cucharadas
Harina,
2 cucharadas (al ras)
Crema
de leche, 100 cc
Queso
rallado, c/n
Manteca
derretida, c/n
Rodajitas
de limón torneadas, a gusto (optativo)
Preparación
1.
Cocine las rodajas de salmón en una cacerola con agua, escúrralas y déjelas
enfriar. Reserve el agua de cocción. Una vez frio el pescado, quítele la piel y
los huesitos al salmón, desmenuce la carne y colóquela en un bol.
2.
Escurra los morrones, córtelos en trocitos y mézclelos con la carne del salmón.
Súmele las arvejas previamente escurridas y sazone a gusto con sal y pimienta.
Distribuya la mezcla en 6 coquillas o cremeritas (o lo que le parezca mejor…).
Reserve.
3.
Coloque las dos cucharadas de manteca en una sartén, derrítala y mézclele la
harina. Agréguele de a poco la taza de caldo de la cocción del pescado que
reservo, mientras mezcla bien con batidorcito hasta obtener una salsa espesa.
Retire la sartén del fuego y mézclele, poco a poco, la crema de leche.
4.
Pruebe y rectifique (o no) el sazonamiento con sal y pimienta. Cubra con esta
salsa el salmón que está en las coquillas (o cremeritas). Salpíqueles la
superficie con queso rallado y rocíelas con manteca derretida. Gratínelas en
horno bien caliente.
5.
Sírvalas decorando el centro de cada una con una rodajita de limón torneada (¡u
olvídese!). Como más le guste. La libertad es libre.
Tip:
Para
que el salmón esté más gustoso, agregue al agua de cocción un cubito de caldo y
un ramito de verduras variadas.
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