Su gran secreto es que lleva aceite en vez de manteca
Ingredientes
50 cc de aceite de oliva
100g de azúcar
150g de chocolate
7 cucharadas de agua
1 taza de harina leudante
2 cucharaditas de polvo para hornear
4 yemas
4 claras
Cubierta
1 pote (400g) de dulce de leche de repostería
2 cucharadas panzonas de cacao amargo
150g de crema de leche
Preparación
- Ponga en el bol de la batidora el aceite y las yemas. Bata los ingredientes mientras le incorpora de a poco el azúcar, hasta obtener una crema esponjosa. Vierta en un bol grande. Mientras…
- Coloque en una cacerolita el chocolate cortado en trocitos y las 7 cucharadas de agua. Revuelva constantemente sobre el fuego hasta que el chocolate se funda.
- Vierta de a poco el chocolate caliente sobre el batido de yemas que hicimos en el primer paso, mientras mezcla rápidamente.
- Únale la harina leudante previamente mezclada con el polvo de hornear.
- Bata las claras a nieve e incorpórelas a la preparación anterior con suaves movimientos envolventes.
- Vierta la mezcla en un molde previamente enmantecado y enharinado de tamaño tal que la preparación lo llene sólo hasta la mitad (esta torta crece mucho en el horno, al principio, aunque después… ¡aterriza!).
- Cocínela en horno moderado aproximadamente durante 50 minutos. (Pruebe la cocción clavándole una brochette: debe salir sin adherencias).
- Retire la torta del horno, desmolde sobre una rejilla y deje enfriar.
Cubierta
- Ponga en un bol el dulce de leche de repostería, el cacao amargo y la crema de leche.
- Bata unos segundos con el batidor de alambre hasta que - ¡asombrosamente! – espese y se convierta en una cobertura deliciosa.
- Si la torta ya se enfrió... unte la superficie de la misma con una capa pareja de la cubierta de dulce de leche.
- Traslade la torta a una fuente y estaciónela en la heladera… ¡hasta el momento en que la descubran!
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