“Vengan
a tomar un cafecito”, se dice, tradicionalmente. Mientras el café no
siga aumentando como las verduras o la carne, la invitación puede quedar
en pie con la seguridad de que ninguna amiga la rechazará. Pues sabrá
que siempre la esperara la sorpresa de algún bocadito hecho a propósito
para acompañarlo y alargar indefinidamente el diálogo.
Esta semana quiero compartir con usted unos bocaditos de café que me enseñó
a hacer una amiga invisible – Norma Neme Medina – a través de una carta
hermosa, emotiva y llena de nostalgias. Esta receta se la enseñó
a hacer la profesora Sra. De Gulian y durante mucho tiempo fueron el
bocado predilecto de su esposo. El ya partió definitivamente. Pero es
curioso como – pese a la distancia que impone la tristeza de una
ausencia querida – un bocado compartido alegremente en otros tiempos
puede transmitirnos milagrosamente el sabor de un recuerdo feliz.
La otra receta
que quiero contarle es la de una especie de palitos de merengue con
gusto a chocolate, sequitos y crocantes, que cuando éramos chicos – allá
en La Pampa – nuestra abuela Mamaía nos mandaba desde
Buenos Aires. Venían en latas celestes (si la memoria del corazón no me
falla), totalmente litografiadas; y yo, que recién estaba aprendiendo a
leer, deletreaba: “Car… pi… na… cci…” ¡Otra marca para bucear en el recuerdo!
- Bocaditos de café
(mitad de la cantidad original)
1) Mezcle 6 cucharadas colmadas de harina con 1 cucharada de polvo para hornear y 4 cucharadas de azúcar. Ponga en un bol y mezcle.
2) Agréguele 1 huevo batido, 1/3 de taza de café bien fuerte y 40 gramos de manteca derretida. Bata hasta obtener una pasta espesa y lisa.
3) Extienda
la pasta en una asaderita rectangular o cuadrada, previamente
enmantecada y enharinada, de modo que quede de 1 y ½ cm de espesor (más o
menos…).
4) Ahora,
aparte mezcle con las manos ¾ de taza de azúcar negro bien prensada, 1
cucharada de harina, 1 cucharadita de canela (si le gusta…) y 30 gramos
de manteca derretida.
5) Entonces tome con una mano el granulado obtenido y espolvoree con el la superficie de la pasta que puso en la asadera.
6) Cocine en horno precalentado, aproximadamente 20 minutos.
7) Retire,
deje enfriar en el molde; y recién entonces corte en cuadraditos y
sirva en pirotines. ¿Qué tal si en la frente de cada uno le hacemos un
copito de crema chantilly y le incrustamos una mitad de nuez? De una
cosa doy fe: ¡sin maquillaje igual son ricos!
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