1. Es natural que cuando hace mucho calor mamá no te deje entrar en la cocina para preparar “comiditas” dulces y ricas.
2. Pero… ¿tiene derecho el fantasma del Calor a dejarnos sin postre? Hoy te proponemos una solución que, sin duda, mamá aprobará: en lugar de cocinar con la cocina… ¡cocinar esta vez con la heladera!
3. ¡Rápido! Compra 300 gramos de galletitas dulces (sin baño ni relleno) que más te gusten, 2 huevos, ½ taza de azúcar, un pan grande de manteca y 1 kilo de naranjas.
4. Primero que nada ralla dos naranjas, y luego sácales el jugo a todas, menos a una, que guardarás para adornar el postre.
5. Ahora bate la manteca con el azúcar y la ralladura hasta convertirla en una crema. Entonces agrégales las yemas de a una por vez; y si la abuela o la tía te ayudan, las dos claras batidas a nieve. (Si no, no te aflijas: ¡sale rico igual!).
6. El armado del postre se hace así: forra un molde profundo, rectangular, de tamaño mediano, con papel manteca o aluminio. Enseguida moja una por una las galletitas en el jugo de naranja y colócalas en el molde, bien juntitas, a fin de formar una capa de 1 cm de espesor. Sobre la capa de galletitas extiende una capa de crema. Luego otra vez galletitas y otra vez crema, y así sucesivamente hasta terminar con una capa de galletitas. Terminado el postre, colócalo en el congelador hasta que esté bien firme como para desmoldar y servir como torta helada (acuérdate de sacarle el papel). Y cuando lo lleves a la mesa, decórale el centro con gajitos de la naranja que reservaste. ¡Viva el frío en verano!
En mi cuaderno de cocina tengo algunos recortes de aquella época. Cuánto me gustaban!!!!
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