Para preparar estos pancitos saborizados hay muchas fórmulas. Esta la heredé de mi madre, que supo engordar con amor nuestra infancia.
Ingredientes
½ kg de almidón de mandioca
2 cditas. de sal
½ cdita. de polvo para hornear
½ kg de queso Mar del Plata
150g de manteca blanda
100g de queso rallado
4 huevos
pimienta negra molida, a gusto
1/3 de taza de leche fría
Procedimiento
- Tamice sobre la mesa el almidón de mandioca junto con la sal y el polvo para hornear.
- Coloque en el centro el queso en daditos, la manteca blanda, el queso rallado, la pimienta y los huevos. Mezcle hasta formar una pasta e incorpore el almidón de mandioca.
- Trate de unir agregándole poco a poco la leche fría hasta obtener un bollo. Si la masa estuviera muy seca y tendiera a desgranarse, agréguele un poquito más de leche. Y si resultara muy blanda, incorpórele más almidón.
- Tome pequeñas porciones de la masa y moldee (con sus manitos nomás…) en forma de pancitos.
- Acomode estos pancitos sobre placas para horno previamente enmantecadas, distanciados entre sí.
- En la superficie de cada chipa, con la ayuda de un cuchillo filoso, hágales dos cortes oblicuos en la panza (¡Ayyyy!...).
- Coloque la placa en el horno caliente.
- Cocine los chipás hasta que se inflen, el queso se asome por todos lados y apenas se doren.
- Deben quedar pálidos pues un exceso de cocción les modifica el sabor.
- No bien los retira del horno… ¡corra a la mesa y sírvalos calentitos!... ¡Glup!
No hay comentarios:
Publicar un comentario