Un postre tan simple como el “arroz con leche” muchas veces se tiene olvidado en la memoria. Hoy le propongo reeditarlo y servirlo cubriendo frutas frescas de la estación, azucaradas.
1) Pele las frutas de la estación que desee (cuanto más variado sea el colorido, mejor), deje enteras las chiquitas, convenientemente descarozadas o “despepitadas” (cerezas, uvas, etc.) y corte las otras en trozos no demasiado chiquitos. Azucárelas y ponga en una fuente, formando un zócalo.
2) Rocíe las frutas con Grand Marnier o el licor de su preferencia.
3) Ponga 1 litro de leche en una cacerola, haga hervir y agréguele 1 pocillo de arroz, tamaño café (¡nada más!).
4) Hierva hasta que el arroz esté “casi” a punto.
5) Incorpore en la cacerola 100 gramos de azúcar y una cascarita de limón o una chaucha de vainilla (lo que le guste).
6) Deje hervir despacito, hasta que el arroz esté blandito y la leche espesa. Retire del fuego.
7) Enfríe revolviendo para que no se le forme “nata”, retire la cascarita o chaucha de vainilla y vuelque sobre las frutas.
8) Enfríe en la heladera y sirva chorreando cada porción con pulpa de frutillas o frambuesas envasada (¡su casa preferida de café tiene una excelente!).
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