Soy una convencida de que comeríamos más pescado si nos esmeráramos más en ensayar nuevas recetas. Y más convencida aún que haríamos platos sabrosísimos aunque no conociéramos más que una especie: la nobilísima merluza. ¿Quién dijo que se deshace fácilmente? Antes de cocinar los filetes, téngalos 2 horas en la heladera espolvoreados con sal y rociados con jugo de limón… ¡y parecerán firmes como pejerreyes! “Todo está bien si parece bien” (P. Baroja). ¿Probamos?
1) Sazone con sal 6 filetes de merluza, rocíelos con jugo de limón y déjelos 2 horas en la heladera.
2) Pique 6 dientes de ajo y rehóguelos en 1 cucharada de aceite.
3) Agrégueles 1 cucharada de perejil picado y 10 galletitas tipo agua remojadas en ¼ de taza de crema de leche. Licue todo. Sazone con sal.
4) Unte los filetes con esta pasta, colóqueles en un extremo ½ ají morrón asado, pelado y hecho un bollito.
5) Enrolle cada filete y sujete con palillos.
6) Enmanteque una fuente para horno y tapice el fondo con papas fritas a la española.
7) Sazónelas con pimentón, ají molido, albahaca y laurel molido.
8) Acomode sobre ellas los rollitos de pescado.
9) Espolvoréelos con 1 cubito de caldo de verduras, desmenuzado.
10) Cúbralos con anillos finitos de cebolla y trocitos de manteca.
11) Agregue en la fuente ½ taza de vino blanco y cocine en horno moderado.
“Hay momentos en la vida en los cuales hay que ser un poco loco, para salir bien parado” (La Rochefoucauld). ¡Glup!
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