domingo, 16 de octubre de 2016

¡Tómelo con soda!



A veces, cuando cocinamos, caemos en la cuenta de que nos falta algún ingrediente. Por ejemplo: el polvo para hornear que exige la receta elegida. “El ingenio habita siempre cerca de la necesidad”,… diría Cervantes. ¿Se acordó, al menos, de dejar los sifones afuera para que se los cambie el sifonero? En un chorro de soda (“agua con cosquillas”, decían mis nietos cuando eran nietos) reside el éxito de estas dos recetas, por otra parte, rapidísimas y ricas.

·         Pancitos de queso
(para devorarlos a medida que salen del horno…)


1)      Mezcle en un bol 50 gramos de margarina blanda con 1 huevo, sal y pimienta a gusto, ½ taza de queso rallado y ¼ de taza de soda de sifón.
2)      Únale, de a poco, ¡y sin batir!, la harina que absorba, hasta obtener una masa tiernísima (absorberá casi 1 taza).
3)      Divida la masa en porciones chicas, deles forma de pancitos alargados, apóyelos sobre placas enmantecadas y enharinadas, haga a cada uno dos cortes en la panza (¡AYYYY!) y cocínelos en horno fuerte hasta que estén hinchaditos, crujientes y apenas dorados.




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