lunes, 16 de mayo de 2016

Maestra ciruela


Una torta de frutas con clase

A veces, para que un personaje se vuelva importante, es necesario acercarle una plataforma. Tal sucede con las proletarias ciruelas que muchas veces pasan por el verano, inadvertidas. Con esta torta, le aseguro, ¡usted y ellas pasarán juntas a la historia!

PLATAFORMA

(“torta base”… ¡bah!)

  1. Bata 4 yemas con 200 gramos de azúcar hasta obtener una crema.
  2. Perfume con la ralladura de 1 limón.
  3. Agréguele 200 gramos de harina tamizada con 1 cucharadita (tamaño té) de polvo para hornear. Finalmente, únale suavemente las 4 claras batidas a nieve.
  4. Vierta en un molde redondo enmantecado y enharinado y cocine 5 minutos en horno caliente y el resto a moderado, hasta que la torta esté cocida y empiece a separarse de las paredes del molde.
  5. Desmolde directamente en la fuente donde la piensa servir y deje enfriar muy bien.

CREMA DE ALMENDRAS

  1. Coloque en un bol 150 gramos de azúcar impalpable tamizado y 1 cucharada de kirsch (u otro licor) y mezcle mientras le incorpora de a poco crema de leche batida espesa, hasta obtener un baño espeso que se pueda extender.

ARMADO DE LA TORTA

  1. Divida la torta en dos mitades. Rocíe el piso inferior con kirsch (o almíbar, o algún otro licor de su preferencia) y vuélvala a armar rellenándola con la crema de almendras.
  2. Vierta en la superficie el glaseado y extiéndalo con una espátula, tanto arriba como en los costados.
  3. Adhiérale en los costados almendras tostadas y fileteadas.
  4. Cubra la superficie con ciruelas rojas con cáscara, partidas por la mitad, sin carozo y clavadas en toda la superficie, desde el borde hacia el centro, formando círculos concéntricos.
  5. Espolvoree las ciruelas con un poco de azúcar impalpable tamizado y mantenga en la heladera, si es posible, de un día para el otro antes de servir.



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