viernes, 30 de agosto de 2019

Bizcochitos salados



Me alegró muchísimo recibir la carta de una amiga invisible, Rosa María Silva, quien además de comentarme que sigue mis recetas y comentarios, añadió una frase que transcribo porque me parece importantísima: “Aunque hace tiempo que me he jubilado, sigo con el vicio de hacer cosas, como usted”.

En Boedo realiza encuentros con música, baile y, además, está haciendo talleres de literatura. Todo un ejemplo para aquellos que bajan los brazos porque doblaron el codo de los 60, 70 o más. Coincido plenamente con las palabras de Rosa María.

Mientras la vida me deje un recreo para fabricar un sueño, me sentiré tan joven como cuando daba la “vuelta del perro” alrededor de la plaza de Quilmes. No me empaco y sigo hacia adelante, tratando de no perder nunca de vista mi estrella.

Al decir de Antonio Machado: “Qué fácil es volar, ¡Qué fácil es!...Todo consiste en no dejar que el suelo, se acerque a nuestros pies. ¡Valiente hazaña el vuelo…!” Lo importante es el deseo de cumplir nuestros sueños, aunque sean así de chiquitos. Como el de hoy, que es ir a la cocina y preparar bizcochitos deliciosos para el mate. ¿Tiene un pote de crema a mano?

Bizcochitos salados

1. Ponga en un bol un pote de crema de leche chico junto con 1/2 cucharadita de sal. Incorpore harina 0000 de a poco, hasta obtener una masa blanda, pero que no resulte pegajosa.

2. Vuelque la masa sobre la mesada y una sin amasar (para no desarrollar el gluten) hasta obtener un bollo liso.

3. Estire con palote y corte círculos pequeños con cortapastas.

4. Pinche cada bizcochito y hornee sobre placas enmantecadas y enharinadas hasta que estén apenas dorados.


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