domingo, 28 de enero de 2018

Mini brochettes de pollo






Plan de ahorro. Blanca propone guardar piezas pequeñas de pollo de una preparación anterior y transformarlas en sabrosas brochettes.

En el siglo XVIII, un famoso francés llamado Antoine Lavoisier, considerado padre de la ciencia química, enunció la famosa frase: “Nada se pierde, todo se transforma”, refiriéndose a la Ley de conservación de la masa (nada que ver con bollos, panes o medialunas). Hoy decidí aplicar esa frase a la cocina, ya que podría ser nuestra “tabla de salvación”. ¿La razón? Es muy común, cuando preparamos una comida, que quede algún sobrante de relleno. La idea es aprovecharlo… y transformarlo en algo distinto y rico. Ahorraremos tiempo, esfuerzo, dinero y pondremos en juego nuestra imaginación. Por ejemplo: con los discos sobrantes de tapas de empanadas podemos preparar galletones azucarados de locura para saborear con el mate. O con un resto de crema de leche, sal y la harina leudante que absorba, preparar una masa de bizcochitos salados para untar con distintas pastas. La cocina familiar, practicada con sabiduría e ingenio, es como la galera de un mago, capaz de sorprender agradablemente a todos. ¿Se imagina preparando mini brochettes de pollo con los restos de pollo del día anterior? Son ideales para formar parte de una picada o para armar las famosas “patitas de pollo” que tanto les gustan a los chicos. “Tenemos que rechazar todo lo que nos limite” (Richard Bach).

Mini brochettes de pollo

Mezcle 1 taza de pollo cocido picadísimo con 1 cucharada de cebolla de verdeo picada, 1 cucharada de manteca, 1/3 de taza de salsa blanca “pegote”, 1 cucharadita de perejil picado, sal, nuez moscada y 2 yemas. Amase todo, modele la pasta (en forma de bolitas o de “patitas”), luego rebócela en pan rallado y fríala. Si hizo bolitas, ensártelas en palillos, alternándolas con trocitos de ananá, aceitunas rellenas, cebollitas pickles o… ¡lo que prefiera! para armar las mini brochettes!


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