La receta adecuada para este tema podría ser... un helado! Algo rapidísimo: bata 1 taza de pulpa de bananas con 3/4 de taza de azúcar hasta que se esponje bien. Luego mézclele 1 yema, 1 clara de nieve y 200 gramos de crema de leche batida espesa. Meta en el congelador... y listo! Resultará un "helado-mousse" deliciosísimo que se hará en el tiempo justo que usted tardará en sacarse los ruleros, peinarse, meter en un placard todo el desorden, maquillarse como para ir a un almuerzo con la Legrand, perfumarse las orejas y recibir a su marido con ese vestido escotado que nunca le dejó estrenar para salir.
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