¿Por qué vamos a
comer los sandwiches siempre fríos? Hagamos como hacen los italianos: unos
sandwiches calientes formidables que ellos transforman en comidita llamándolos
con nombre de tarantela: “mozzarella in carrozza”. Claro que nosotros les vamos
a poner un nombre que se entienda mejor: ¡Sandwiches Ahhhhhhh! Un “ah” de boca
bien abierta, con así de ganas de hacerlos ya mismo.
1. Untar suavemente con manteca tajadas de pan
lactal, como si se estuviera acariciando a un pollito recién nacido. (La miga
no debe romperse).
2. Armar los sandwiches como de costumbre,
colocándoles como relleno una tajada de jamón cocido y una capa de rodajitas de
mozzarella o queso fresco. Presionar bien cada sándwich para que no se desarme.
3. Batir en un bol 2 huevos y sazonarlos con sal y
pimienta. Agregarles ½ taza de leche. Bañar en esto cada sándwich, como si
estuviéramos rebozando milanesas. Y apenas el pan esté bien mojadito de los dos
lados…
4. … poner a freír el sándwich en una sartén donde
se habrá puesto a calentar ½ taza de aceite. (El aceite conviene ponerlo a
calentar cuando ya está hecha toda la pila de sandwiches). Si queda espacio en
la sartén, agregar otro sándwich o más, siempre rebozados en el batido de
huevos y leche. Dejar dorar – bien de un lado, para que queden crocantes; sólo
entonces, y con muchísimo cuidado de no salpicarse y quemarse, dar vuelta los
sandwiches para que se doren del otro lado.
5. Una vez doraditos, escurrirlos y colocarlos en
una fuente donde se habrá puesto una servilleta de papel para que absorba el
exceso de aceite. Mantenerlos en el horno encendido – pero con la tapa abierta
– hasta que se hagan los demás.
6. Para que al servir parezcan una “comidita” en
serio, decorar cada uno con una flor hecha con pedacitos de aceitunas negras y
verdes y un centro rojo de morrón. (O lo que quieras inventarle. ¡O nada!).
¿Viste qué fácil es cocinar cosas ricas?
¡Gracias, Susana, por esta recetita!
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