INGREDIENTES
Agua
½ taza
Leche
½ taza
Sal,
un poquito
Harina,
1 taza (no leudante)
Aceite
para freír
Azúcar
molida cantidad necesaria
Ponga
a hervir en una cacerolita el agua, la leche y la sal.
Cuando
la mezcla rompa el hervor, agregue de golpe la taza de harina y revuelva enérgicamente
hasta que se forme una bola que se desprenda de la cacerola (engrudo espantosamente
duro) Séquelo unos instantes sobre el fuego (para hacerlo más espantoso) Retire
y vuelque en el bol.
Ponga
el pegote dentro de una churrera (es como una manga de decorar pero de metal
con boquilla rizada) y haga los churros como quiera en forma de bastones o de
roscas (se va echando la masa directamente en el aceite bien caliente –180ºC).
Fríalos en abundante aceite caliente hasta dorar muy bien de ambos lados.
A medida que los escurra, hágalos rodar por azúcar molida.
Nota: digo churrera y no
manga con boquilla de picos pues usando aquella uno se pone a
salvo de que no se queden burbujas de aire en la masa.
Si
quedaran, al freír el vapor las expandiría, los churros reventarían... y pobre
de usted!
Versión
2:
LO
QUE LLEVAN
Agua ½ TAZA
Leche ½ TAZA
Sal UNA PIZCA
Harina 1 TAZA
Aceite PARA FREÍR
Azúcar PARA ESPOLVOREAR
CÓMO
SE HACEN
Ponga
a hervir el agua, la leche y la sal. Cuando rompa el hervor, agregue de
golpe la
taza de harina y mezcle con energía, hasta formar una bola de masa que se desprenda
de la cacerola. Siga revolviendo para secar más el engrudo.
Retire
del fuego y llene la churrera para moldearlos. Ni se le ocurra prescindir de
este aparato
y utilizar en su lugar una manga con boquilla rizada. La churrera impide que se formen
burbujas de aire en la masa, evitando que los churros exploten en el aceite y
que usted
se queme.
Fría
los churros en abundante aceite caliente hasta dorarlos. Escúrralos sobre
papel absorbente
y espolvoree con bastante azúcar.
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