Abra una lata de peras al natural de buena familia y ponga cada una, bien escurrida, en una compoterita. Mezcle luego sobre el fuego 1 pote de crema de leche con 150 gramos de chocolate cortado en trocitos y 3 cucharadas de azúcar. Y revuelva y revuelva y revuelva hasta que todo se convierta en salsa de chocolate espesa. Vierta sobre las peras y, si engorda, hágase la Oscar Wilde y diga: “¡Ser grande es ser incomprendida!”…
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