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viernes, 4 de abril de 2014

Esa rica salsa de queso



Seguramente la fondue nació hace siglos en alguna campiña suiza donde abundaban el queso y los invitados… ¡y faltaban los platos!
O quizá proviene de esa manía insoportable que tenemos todos de mojar el pan en la salsa para saber si esta rica.
Lo cierto es que la cocina fácilmente absorbe las modas.
Y pone a todo el mundo a disfrutar de cosas ricas.
Hace unos años, se puso de moda preparar una fondue de queso en casa que, lejos de reflejar carencias, era signo de status.
Sin embargo, se trata de un plato simplísimo: ¡Una salsa  caliente de queso! Aunque es una salsa caliente de queso algo borrachita. Los suizos la comen con te, para que se digiera más fácil.
Eso sí, a veces lo más simple se puede complicar.
O sea, hay algunos secretitos para que sea todo un éxito (lea minuciosamente la receta paso a paso).
Aunque ahora estén de moda el sushi y otras comidas, le propongo retomar la moda de invitar a parientes o amigos a su casa a compartir una fondue.
Se sorprenderá de cómo, con poco gasto y trabajo, podrá tener a sus invitados entretenidos por un largo rato.
¿Qué el queso está caro?
Si bien es cierto que la calidad del queso es muy importante para el paladar, ¿me creería si le digo que logre hacer esta salsa a la perfección con esos quesitos en forma de salchicha que harían revolcar en su tumba a Brillant Savarin?
Hay que darle la razón a Goldoni: “El que no ha salido jamás de su país (léase: cocina), está lleno de prejuicios”. Disfrute compartiendo la fondue, que es un modo más de vivir momentos felices, aunque la mesa se convierta en un enredo de hilitos de queso o pierda el pan en la salsa y tenga que cumplir con la consabida prenda que eso implica.





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