La preparación lleva crema de leche y oporto. Se sirve en cazuelitas con una tostada espolvoreada con queso Gruyère rallado grueso.
Ingredientes
Cebollas, 300g
Manteca, 100g
Harina, 1 cucharada panzona
Caldo de verduras, colado, 2 litros y cantidad necesaria
Sal y pimienta de molinillo
Crema de leche, 1 pote chico
Vino oporto, 1 vaso
Tajadas de pan lácteo, tostadas y enmantecadas de un sólo lado, 6
Queso Gruyère rallado, 250g
1. Pele las cebollas y córtelas en rodajas bien finitas. Sepárelas en aros. Derrita la manteca en una ollita, agregue la cebolla y dórela. Espolvoree con harina.
2. Revuelva hasta que se forme una pasta color avellana clarito. Agregue, de golpe, los 2 litros de caldo y mezcle con batidor hasta que espese.
3. Cuando la sopa esté espesa, retírela del fuego y agréguele la crema de leche y el oporto. Rectifique (o no) el sazonamiento.
4. Distribuya la sopa en cazuelitas. Ponga a flotar, sobre la superficie de cada cazuelita: una tostada con la parte enmantecada hacia arriba.
5. Espolvoree cada tostada con una buena porción del queso Gruyère rallado grueso.
6. Apoye las cazuelitas sobre una placa y colóquelas en horno bien caliente, hasta que el queso se gratine. Sirva enseguida.
Secretos:
Los aros de cebolla deben ser bien finitos. Para rehogarlos sin que se doren, tape el recipiente y cocínelos sobre fuego mínimo.
Una vez cubiertas las cazuelitas con el queso Gruyère, deben colocarse en el horno sólo hasta que el queso se funda, sin llegar a dorarse.
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